COSTA RICA



UNA MARAVILLA NATURAL
 
Volcanes, playas, lagos, bosques, valles, una exuberante vegetación autóctona, gran cantidad de especies vegetales y animales únicos… Una auténtica explosión de la naturaleza.
Este pequeño país centroamericano tiene una superficie de 51.100 kilómetros cuadrados. A lo largo de sus aproximadamente 500 kilómetros de de costa se suceden innumerables playas vírgenes, costas rocosas y bahías de una belleza indescriptible. Su población supera los cuatro millones de habitantes. En el Valle Central, donde se asienta la capital, San José, vive el 60% de la población total del país.

UN CRISOL DE RAZAS
El país tiene registros claros de los diferentes grupos étnicos que lo habitan puesto que la clasificación étnica es una de las consultas que se realiza en los censos nacionales del INEC. De los 4.301.712 habitantes del último censo, unos 33.597.000 se consideran blancos o mestizos, 44.518 personas se identificaron como negras, unas 289.209 como mulatas, 124.000 aseguraron ser nicaragüenses, 104.000 indígenas, 9.170 chinos y 219.781 de orígenes diversos.
Etnográficamente, la población es de diferentes etnias y el resultado de la mezcla entre los indígenas que habitaron el país, los españoles, judíos conversos (sefarditas) y los esclavos africanos, que arribaron aquí durante la época colonial. En el siglo XIX llegaron oleadas de inmigrantes europeos, particularmente de italianos, españoles, franceses, alemanes, británicos, entre otros países, que fueron atraídos por la construcción del ferrocarril al Atlántico, así como una economía estable, un clima benigno y las oportunidades de hacer negocios.
En 1872, con la construcción del ferrocarril al Atlántico, llegaron inmigrantes caribeños, mayoritariamente jamaicanos, de etnia negroide, lengua inglesa y cultura afro-británica, que se asentaron principalmente en Puerto Limón, así como los chinos, que llegaron primeramente a Puntarenas y después se establecieron en Guanacaste. Y así fue como el país se fue llenando de inmigrantes
Costa Rica goza de un clima primaveral todo el año, con una temperatura promedio de 20º en las zonas medias y de 26º en las bajas. La estación lluviosa o invierno va de mayo a noviembre, mientras que la estación seca transcurre de diciembre a abril. En las partes más altas del país, como en las cimas de los volcanes y cordilleras montañosas, las temperaturas son frías (por debajo de los 10º) y siempre se recomienda llevar ropa de abrigo e impermeable.
Costa Rica es un país muy montañoso y la mayor parte del territorio está formado por elevaciones de entre 900 y 1800 metros sobre el nivel del mar. Existen cuatro sistemas montañosos principales: la cordillera Volcánica de Guanacaste, la sierra Minera de Tilarán, la cordillera Volcánica Central y la cordillera Volcánica de Salamanca. Existen, además, cuatro sistemas montañosos secundarios: serranías de Nicoya ubicadas en la provincia de Guanacaste; fila Brunqueña o fila Costera que recorre la provincia de Puntarenas en forma paralela a la costa; y la sierra de Osa, en el Pacífico Sur, una serie de montañas que se extienden hasta Panamá, posee alturas entre los 600 y 1500 metros.

SAN JOSÉ Y ALREDEDORES
Donde está el corazón cultural de la capital se encuentra también es el centro de la vida nocturna de la ciudad. Aquí están los pintorescos mercados Central y Borbón, imprescindibles para entender el alma “tica”. En torno a la plaza de la Cultura, entre la avenida central y la avenida 1 se encuentra el Museo del Oro y su importante colección de piezas precolombinas y el Teatro Nacional, un soberbio edificio del siglo XIX. En su interior, decorado con arañas de cristal y mármol de Carrara, m está el Café del Teatro, cita obligada de la intelectualidad y el mundillo cultural.
Otro museo recomendable es el Museo Nacional en la antigua fortaleza de Bellavista, con sus colecciones pertenecientes a las culturas chorotegas, borucas y caribes.
A sólo 20 kilómetros de San José se encuentra Alajuela, donde se ubica el Museo Juan Santamaría, héroe de la patria que consiguió expulsar del país al filibustero William Walker. En los alrededores vale la pena aproximarse a pueblos como Grecia y su famosa iglesia metálica de color rojo, y a Sarchí, cuna de las famosas carretas costarricenses que siguen elaborando artesanalmente.
Heredia es una ciudad tranquila y acogedora, con un cuidado Parque Central, Templo de la Música y hermosa parroquia que data de 1796. Dos kilómetros al norte de Heredia está Barva, alrededor de su plaza principal se suceden cuidadas mansiones coloniales restauradas que trasladan al viajero al siglo XVIII. El Fortín, vieja fortaleza española es el símbolo de la ciudad.
La que fuera capital del país durante 300 años, Cartago, atrae a miles de fieles que acuden a rezar a la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, ante la imagen de “la Negrita”, la patrona de Costa Rica. A partir de este punto se puede llegar a través del valle de Orosí, avistando paisajes espectaculares, plantaciones de café y visitando la iglesia de Orosí, con tejado de caña y artesonado de madera, y las ruinas de Ujarrás, la iglesia más antigua de todo el país.
Puerto Limón, en la costa caribeña, sorprende por el colorido de sus casas pintadas en tonos pastel y la hospitalidad de sus gentes de raza negra. Si se coincide en épocas de carnaval merece más la pena.
Puntarenas es el punto de partida para recorrer las playas del Pacífico, con su paseo de los Turistas, lleno de terrazas donde las gentes pasean o juegan al dominó.
Liberia es la capital de la provincia ganadera por excelencia de Guanacaste, donde abundan las extensas llanuras de bosques de guanacastes y flamboyanes de flores rojas.
Tanto en la capital, San José, como en las principales ciudades turísticas como Puntarenas, Puerto Limón o Guanacaste, existe una infraestructura hotelera interesante para todos los gustos y bolsillos.

PARQUES NACIONALES
En este jardín del Edén, como algunos califican a Costa Rica, la Naturaleza está protegida por más de 50 parques y reservas, y una diversidad biológica de las más elevadas del mundo.
Entre los Parques Nacionales se encuentran los siguientes:
Volcán Irazú, en la provincia de Cartago. Es el volcán más alto del país con sus 3.432 metros, y también el más espectacular. Volcán activo y accesible por carretera. Desde su cima y -si el día está claro- pueden divisarse los dos océanos y buena parte del país.
Volcán Poás, en la provincia de Alajuela, a 36 kilómetros de San José. Es el más espectacular del país con su enorme cráter que emite fumarolas, gases y el paisaje lunar que lo rodea. Los senderos del parque invitan a realizar buena excursiones. También es accesible por carretera.
Parque Nacional de Corcovado. En la península de Osa, provincia de Puntarenas. Es un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza. Posee la mayor biodiversidad del país con más de 500 especies de árboles en todo el parque y animales en extinción como el jaguar, el cocodrilo y el águila,
Parque Nacional Braulio Carrillo. La carretera que une San José a Guápiles atraviesa este inmenso bosque virgen y lluvioso, que recuerda como era Costa Rica hace unas décadas. Aquí habitan osos perezosos, tapires, mapaches, monos carablanca…
Parque Nacional Tortuguero. Situado al norte de Puerto Limón y a un paso de la frontera nicaragüense. La única forma de re correrlo es a través de sus innumerables canales y lagunas. Entre julio y septiembre se puede observar el desove de las enormes tortugas verdes o baula. En su exuberante vegetación hay monos, infinidad de aves; y en sus orillas, lagartos, cocodrilos y tortugas..
Parque Nacional Cahuita. A 35 kilómetros al sudeste de Puerto Limón, protege un magnífico arrecife de coral y es un paraíso para los amantes del submarinismo. Sus playas de arena blanca, espesa selva y aguas cristalinas lo convierten en uno de los parques de mayor belleza de todo el país. 

UN CAPÍTULO IMPORTANTE: LA GASTRONOMÍA
En lo referente a la Gastronomía, tres son los elementos básicos de la cocina costarricense: el maíz, el arroz y los fríjoles. A ellos hay que añadir la excelente carne, el pescado, los mariscos y una larga lista de verduras y frutas tropicales. Con éste últimas se elaboran frescos (licuados), batidos y exquisitos jugos y helados.
El desayuno suele ser fuerte, no falta nunca el tradicional gallo pinto. Un plato elaborado a base de arroz blanco y frijoles revueltos y fritos, junto con cebolla, cilantro y otras hierbas.
Un plato popular es el casado, que no es otra cosa que un plato combinado rápido a base de arroz, frijoles, ensalada, picadillo y plátano maduro, y que acompaña a un pedazo de pollo, carne o pescado.
El pescado más frecuente  es la corvina, que se come frita con guarnición o cocinada en alguna salsa especial; la forma más común de prepararla es al ajillo.
Son bastante asequibles los mariscos (camarones, langosta, langostinos) pero sobre todo cuando se comen a la plancha se echa a faltar el aceite de oliva. El ceviche es un plato típico de todos los países ribereños del pacífico, desde México a Chile, se prepara a base de frutos del mar crudos y macerados durante varias horas en jugo de lima, cebolla, ajo, cilantro, pimiento rojo o verde.
En la región de Puerto Limón se sirve una exótica cocina típicamente caribeña. Con una clara influencia africana. Su ingrediente más característico es el coco, del que se utiliza su pulpa, su leche y su aceite.
La artesanía más típica está realizada en madera, siendo Sarchí la capital costarricense del tallado, allí se encontrará desde frutas hasta mecedoras y los típicos carros de bueyes pintados de forma magistral.
Con tanta riqueza natural en tan poca extensión, Costa Rica supera, sin lugar a ningún género de dudas, las expectativas de cualquier viajero.              

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)