ESCENARIO DE LA VIDA MONÁSTICA DE CARLOS I
Los
monasterios en España constituyen un rico patrimonio histórico, artístico y
cultural. Son testimonio de su propia historia religiosa y a su vez de la
historia político-militar que se desarrolló, tanto en la
Edad Media como en tiempos anteriores, con
la llegada y asentamiento de los visigodos. Los monasterios tuvieron un papel
importante en la repoblación llevada a cabo por los distintos reyes y condes
cristianos tras el avance de la
Reconquista y el consiguiente retroceso de los musulmanes
hacia el sur de la península.
Yuste
se encuentra cerca de la población de Cuacos de Yuste, en la comarca de la Vera, al noreste de la
provincia de Cáceres. El convento actual se reconstruyó sobre las ruinas del
viejo monasterio que sirvió de residencia y donde murió el rey Carlos I de
España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, tras su abdicación.
UN RETAZO DE HISTORIA
El
monasterio data de principios del siglo XV (1402), cuando se construyó un cenobio
que posteriormente daría paso al actual edificio, el cual fue erigido a
iniciativa de varios vecinos de la
Vera, con el objeto de continuar allí la vida contemplativa
de los “ermitaños de la pobre vida”, acogidos con posterioridad a la Orden de San Jerónimo.
En
el año 1556, Carlos I de España decidió retirarse a un convento para hacer en
él vida monástica, eligiendo para ello Yuste. Por esta razón tuvieron que
realizarse numerosas obras para ampliar las escasas dependencias con las que el
monasterio contaba en ese momento y que resultaban insuficientes para albergar
al emperador y a las personas de su séquito personal.
La Casa-Palacio
constaba de dos plantas con cuatro estancias cada una, alrededor de un patio
interior. Las habitaciones del emperador estaban ubicadas junto al coro de la
iglesia, de modo que le permitían asistir a los oficios religiosos desde su
propio dormitorio, sentado en su litera, donde permanecía postrado debido a la
grave afección de gota que le aquejaba. Durante la estancia del emperador en
Yuste, numerosos personajes de la
Corte pasaron por allí para visitarle, entre ellos su propio
hijo, el monarca Felipe II.
El
21 de septiembre de 1558 murió Carlos V en la que fue su última morada. Fue
enterrado en la iglesia para, con posterioridad, ser trasladados sus restos al
panteón real del Monasterio de El Escorial (Madrid), por expreso deseo de su
hijo.
En
la Guerra de la Independencia, las
estancias del convento fueron incendiadas y quedaron prácticamente destruidas.
Los Jerónimos fueron expulsados de Yuste y posteriormente, con la brutal
desamortización de Mendizábal, el monasterio fue puesto en pública subasta,
iniciándose una época de abandono y deterioro del edificio.
En
1949, la Dirección General
de Bellas Artes inició la reconstrucción del monasterio, procurando respetar al
máximo el diseño y los proyectos originales.
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO
La iglesia y los dos claustros.
El
conjunto arquitectónico se compone de dos partes claramente diferenciadas. Por
un lado, el convento y, por otro, la que fue residencia del emperador. El
convento, a su vez, lo integran la iglesia, ubicada en el centro y dos
claustros, uno gótico y el llamado claustro nuevo. La iglesia y el claustro
gótico pertenecen al siglo XV, mientras que las demás construcciones son del
siglo XVI.
La
iglesia del Monasterio de Yuste es un templo del gótico tardío con reformas
renacentistas.
La
fachada occidental muestra ya una portada de hechuras renacentistas de mitad
del siglo XVI. El vano es de medio punto y se encuentra flanqueado por dos
pilastras. Encima hay hornacinas y un frontón triangular. En la parte alta del
muro hay un óculo circular.
En
el interior se aprecia su sencilla estructura compuesta por una única nave de
cuatro tramos, cubierta con bóveda de crucería estrellada y rematada por una
cabecera poligonal. El arco triunfal es apuntado y muy decorado.
El
claustro gótico es de finales del siglo XV y tiene planta rectangular con dos
pisos, abiertos al patio central mediante amplísimos vanos delimitados por
arcos carpaneles que se funden con los pilares cilíndricos que hacen las veces
de columnas.
El
conjunto de este claustro es de gran elegancia y severidad, por su casi
completa desornamentación.
El
claustro nuevo del Monasterio de Yuste es del siglo XVI, renacentista. También
es rectangular, pero más amplio que el anterior. Tiene también dos pisos. El
inferior lleva arcos de medio punto y el superior arcos escarzanos. Las
columnas de apoyo son renacentistas decoradas con volutas y guirnaldas.
La
Casa-Palacio
de Carlos V
Si
las dependencias religiosas del monasterio son de gran austeridad, no menos lo
son las que forman parte del Palacio o vivienda del emperador.
El
edificio es sencillo y de fábrica humilde, a base de ladrillo y mampostería con
algunas partes de sillería.
La
planta principal tiene forma rectangular con un pasillo central que delimita
dos áreas con dos salas en cada una. Las dos habitaciones interiores son la
alcoba del emperador y una antecámara, mientras que las dos exteriores tenían
función de comedor y sala de audiencias, y estaban abiertas al jardín exterior.
Una
de las particularidades de la casa de Carlos V es que en su habitación se
practicó un vano que comunicaba con la iglesia del monasterio y que le permitía
asistir a misa desde su propia cama, hecho que su hijo Felipe II imitó en el
Monasterio de El Escorial, años más tarde.
En
un acto realizado en el propio Monasterio de Yuste el 13 de abril de 2007, se
le hizo entrega de la distinción del sello de Patrimonio Europeo. Este
distintivo se otorga a bienes culturales, monumentos, enclaves naturales o
urbanos, lugares con un interés cultural o histórico en Europa con el fin de
protegerlos y promocionarlos.
CUACOS DE YUSTE
Este
municipio de la provincia de Cáceres, está situado en la comarca de la Vera, al norte de la región.
Su conjunto histórico-artístico es amplio y se centra en gran medida en la
figura del emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico
que eligió esta localidad para retirarse tras abdicar de sus títulos en su hijo
Felipe II.
Al
margen de la importancia del Monasterio de Yuste, otros lugares de recomendable
visita y muestra de la arquitectura verata son, por ejemplo, la sede de la Mancomunidad
Intermunicipal de La Vera. Edificio
vinculado también al emperador ya que según la leyenda, es el lugar donde nació
y se crió su hijo natural, al que popularmente se conocía como Jeromín. Sin
embargo, la historia lo recuerda siempre como D. Juan de Austria, general y
almirante que al mando de la flota de su hermanastro el rey Felipe II y de las
naves venecianas, papales y genovesas, consiguió derrotar a la flota turca en
la famosa batalla de Lepanto el 7 de octubre de 1571.
En
dicho edificio se encuentran también los secaderos de pimiento, cultivo
tradicional distinguido con la
Denominación de Origen Pimentón de la Vera.
Otro
monumento de interés es la
Iglesia parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción. Edificio
donde destaca la sacristía, obra del siglo XVI, así como la
Cruz Verde, sus casas solariegas y sus
fuentes.
La Plaza de España o
Plaza Mayor, en la cual se aprecian las características peculiares de la
arquitectura de la zona: porticados sostenidos por columnas de piedra, algunas
de ellas traídas del monasterio después de la desamortización de la iglesia,
casas con entramados de madera y el Ayuntamiento.
La Ermita
de Santa Ana. Pequeña ermita restaurada recientemente, cuyo interior alberga el
Cristo del Amparo, talla que posee un gran valor histórico.
La Ermita
de la Soledad
está enclavada en lo alto de un monte rocoso. En ella se venera a la patrona
del pueblo, la Virgen
de la Soledad. Es
de estilo herreriano del siglo XVII.
La Casa de Rafael
Castaño, antiguo escribano de la población, de principios del siglo XVI, donde
se puede apreciar el escudo de la familia Carvajal y la ventana bífora de arcos
atribulados que hay en su parte superior. Está situada en la calle Teodoro
Perianes, con fachada muy colorida, clara influencia de las casas de Flandes
del siglo XVI.
Fuera
del recinto histórico de la ciudad y muy próximo al Monasterio de Yuste se
ubica el llamado Cementerio Alemán. Lugar donde fueron trasladados los restos
mortales de los combatientes alemanes de la Primera y Segunda Guerra Mundial que llegaron a
las costas y tierras españolas debido a naufragios, accidentes o derribos de
sus aviones.
Las
Ollas es un paraje natural de gran belleza que ofrece la garganta de Cuacos en
las afueras de la localidad. Junto a Las Ollas se sitúa el Puente Romano.
Resulta curioso observar las formas tan curiosas que el agua, con el tiempo,
forma en las rocas.
Valfrío
es otro paraje singular por el que discurre una garganta espectacular. Es un
lugar muy visitado por el turismo, sobre todo en la época primaveral. Paisaje
espléndido de bosques, robles, castaños y cerezos. Verde en primavera y amarillo,
ocre y rojo en otoño.
En
época de carnaval, el llamado lunes de piedra (el siguiente al lunes de
Pascua), San Juan, la Virgen
de Agosto y el Cristo del Amparo (14 de septiembre), son fiestas en este
apacible rincón cacereño.
Cuacos
de Yuste, en las estribaciones de la sierra de Gredos, cuenta con monumentos
importantes desde el punto de vista histórico y arquitectónico, pero también es
un lugar apacible e ideal para disfrutar de la naturaleza en estado puro.
(Ver
interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)