INTERESANTES ESTADÍSTICAS
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Hasta mayo de 2010, un total de 3.431 personas
habían ascendido a la cima en 5.070 ascensiones. De ellas (al final de 2009)
fueron logradas por mujeres. 216 personas han muerto en el intento. Las
condiciones de la montaña son tan difíciles que la gran mayoría de los cuerpos
sigue aún permaneciendo en la misma montaña y muchos de ellos son visibles
desde las vías de ascenso habituales.
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El número total de intentos de ascensión en los
últimos 50 años supera los diez mil.
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La mayoría de las expediciones utilizan máscaras
de oxígeno y tanques por encima de los 8.000 metros. Esta zona se denomina la
“zona de la muerte”. El Everest puede ser escalado sin oxígeno suplementario,
un reto logrado por 154 personas hasta el final de 2009, pero ello aumenta el
riesgo del escalador. Resulta difícil pensar con claridad sin oxígeno y la
combinación de bajas temperaturas, condiciones atmosféricas difíciles y duras
pendientes requiere, frecuentemente, tomar decisiones rápidas.
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Los escaladores son una fuente importante de
ingresos por turismo para Nepal. Varían entre montañeros experimentados hasta
novatos que confían en que los guías contratados les llevarán hasta la cima. El
gobierno de Nepal obliga al pago de un permiso de escalada que cuesta alrededor
de 10.000 dólares por persona.
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El 23 de mayo de 2003, el sherpa Pemba Dorjie, formando parte de una expedición belga, dejó
el tiempo récord de ascenso al Everest en 12 horas y 45 minutos. Partió del
campamento base a 5.350 metros de altura el jueves 22 y llegó a la cumbre de
8.848 metros el viernes 23.
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El ascenso más rápido por la Vía del Collado
Norte desde el Campo III (ABC) hasta la cumbre sin oxígeno adicional: 16 horas
y 42 minutos, fue alcanzado por el austríaco Christian Stangl en el año 2007.
El ascenso más rápido por la Vía del Collado Sur, sin oxígeno adicional: 22
horas y 30 minutos, fue alcanzado por el francés Barc Batard en 1988.
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El 11 de mayo de 2011, Apa Sherpa, escalador
nepalí, alcanzó la cumbre del monte Everest por vigésimo primera vez, batiendo
su propio récord.
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En 2003, Yuchiro Miura se convirtió en el hombre
de mayor edad en llegar a la cima con 70 años, pero el propio Miura superó su
propio récord el día 26 de mayo de 2008. Contaba entonces con 75 años 7 meses y
14 días de edad en el momento de la hazaña.
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Junko Tabei fue la primera mujer que alcanzó la
cima del Everest el 16 de mayo de 1975.
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El cementerio español en el techo del mundo es
trágicamente numeroso. Hasta el mes de junio de 2013 un total de 65 alpinistas
españoles han perdido la vida en el Himalaya. Algunos cuerpos fueron
recuperados, mientras que otros quedarán para siempre enterrados en las nevadas
cumbres de la cordillera más alta del mundo.
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La escaladora leridana Araceli Segarra, en 1996
fue la primera mujer española que ascendió al Everest.
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De extraordinaria cabe considerar la gesta de la
alpinista guipuzcoana Edurne Pasaban, que alcanzó la cima del Everest en 2001,
y a lo largo de nueve años se convirtió en la primera mujer en ascender a los
catorce ochomiles (montañas de más de 8.000 metros) del planeta.
LA “ZONA DE LA
MUERTE”
Aunque las condiciones de cualquier zona considerada
como “zona de la muerte” pueden aplicarse al monte Everest (altitud mayor a
8.000 metros sobre el nivel del mar), la situación allí es incluso más difícil
para los escaladores. Las temperaturas pueden descender a niveles muy bajos, lo
que conlleva la congelación de cualquier parte del cuerpo expuesta mínimamente
al frío. Con una temperatura tan baja, la nieve está totalmente congelada y es
muy resbaladiza, aumentando el riesgo de deslizamientos y caídas. La alta
velocidad del viento es de 135 kilómetros por hora, también un peligro
potencial para los montañeros. La presión atmosférica en la cima del Everest es
alrededor de un tercio de la presión a nivel del mar y, por tanto, la cantidad
de oxígeno respirable es igualmente de un tercio de lo habitual.
El uso de botellas de oxígeno para la ascensión ha
sido siempre objeto de controversia. El mismo George Mallory lo describía como
antideportivo, pero concluyó que sería imposible llegar a la cima sin su uso y,
por tanto, lo utilizó.
Cuando Tenzing Norgay y Edmund Hillary consiguieron
alcanzar la cima, utilizaron botellas de oxígeno. Durante los siguientes 25 años
la utilización de oxígeno fue considerada normal para cualquier intento de
ascensión.
Reinhold Messner y Peter Habeler fueron en 1978 los
primeros escaladores en romper el ya tradicional uso de oxígeno. Ambos
consiguieron la primera ascensión a la cima sin usarlo. Messner siempre ha
negado algunas acusaciones de haber utilizado oxígeno, las cuales fueron
acalladas cuando ascendió sin soporte ni ayuda y en solitario en 1980 por la
ruta noroeste, técnicamente más difícil. En los años posteriores a las ascensiones
de Messner, la discusión sobre el uso de oxígeno continuó. El desastre ocurrido
el año 1996 intensificó el debate.
EDMUND
PERCIVAL HILLARY
Fue un montañero, piloto y explorador neozelandés,
famoso por haber sido el primero que completó con éxito una ascensión al
Everest. Alcanzó la cima situada a 8.848 metros el 29 de mayo de 1953
acompañado por el sherpa Tenzing
Norgay.
Nacido al sur de Auckland, Hillary acudió a una
escuela que se encontraba a dos horas de camino. El joven Hillary solía pasar
estas horas de trayecto leyendo. Creció siendo un niño tímido que buscó refugio
en los libros, hasta que a los 16 años se despertó su interés por la escalada
tras una excursión escolar a Ruapehu.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro de la
Real Fuerza Aérea Neozelandesa. Voló como navegante en un hidroavión en el
Pacífico Sur. En 1945 fue enviado a Fidji y las islas Salomón, donde en un
accidente sufrió graves quemaduras, después de lo cual fue repatriado a Nueva
Zelanda.
Formó parte de una expedición al Everest en 1951 que
resultó un fracaso antes de unirse en 1953 a la exitosa expedición británica.
Escaló otros diez picos en el Himalaya en posteriores visitas entre 1956 y
1965. También alcanzó el Polo Sur formando parte de la Expedición Trans-Antártica
de la Commonwealth el 4 de enero de 1958, siendo la tercera expedición en
llegar al Polo por la tierra, tras Roald Admunsen en 1911 y Robert Scott en
1912, y la primera en conseguirlo haciendo uso de vehículos.
El avión en el que viajaban su primera esposa,
Louise, y su hija Belinda, se estrelló en Kathmandú en 1975. Se casó en
segundas nupcias con June Mulgrew, viuda de un amigo, en 1989. Su hijo Peter
Hillary es también un aventurero y ha escalado el Everest en dos ocasiones.
Dedicó gran parte de su vida a ayudar el pueblo sherpa de Nepal a través de una
fundación a la que dedicó sus energías. Gracias a esta fundación se han
construido escuelas y hospitales en las remotas regiones del Himalaya.
Durante la década de los ochenta fue el Alto
Comisionado de Nueva Zelanda para la India, equivalente al cargo de embajador.
Durante la celebración del 50º aniversario de la
primera ascensión al Everest, el gobierno de Nepal le nombró ciudadano de honor
en una fiesta muy especial que tuvo lugar en la capital, Kathmandú. Hillary fue
el primer extranjero que recibió un honor de este tipo por parte del pueblo
nepalí.
Edmund Hillary falleció en Auckland el 11 de enero de
2008, a los 88 años de edad, y a causa de un ataque al corazón.
TENZING NORGAY
Fue el guía que acompaño a Edmund Hillary en el
primer intento exitoso de alcanzar la cima del Everest. Es menos conocido el
hecho de que contaron con un equipo personal para tal hazaña de 12 escaladores,
40 guías sherpas y 700 porteadores.
Después, Tenzing fue premiado con grandes
distinciones en la India y Nepal. Hillary y Hunt fueron nombrados caballeros
por la joven reina Isabel II, mientras que Tenzing recibió la Medalla del
Imperio Británico por sus esfuerzos con la expedición. Se llegó a rumorear que
el primer ministro indio Jawaharlal Nehru, denegó el permiso para que Tenzing
fuera nombrado también caballero, mérito al que tenía derecho al igual que
Hillary y Hunt como súbditos de la corona británica.
Tenzing y Hillary fueron los primeros en poner sus
pies de manera concluyente en la cima del monte Everest. Pero los periodistas
fueron persistentes al repetir la pregunta ¿cuál de los dos hombres tenía
derecho a la gloria de ser el primero? Y que el otro no era más que el segundo.
El coronel Hunt declaró: “Llegaron juntos
como un equipo”. Tenzing hizo hincapié en la unidad de estos equipos y de
sus logros, pero ante la insistencia de los medios informativos, se encogió de
hombros y reveló que Hillary fue el primero en poner el pie en la cumbre y
concluyó diciendo: “Si es una vergüenza
ser el segundo hombre en el monte Everest, voy a tener que vivir con esta
vergüenza”.
En 1978, Tenzing y Edmund fundaron una empresa
dedicada a ofrecer servicios a los numerosos alpinistas y excursionistas que
visitaban el Everest, en Nepal, cada año.
Tenzing Norgay se casó tres veces: su primera mujer
murió joven, con ella tuvo un hijo y dos hijas que se llaman Nima y Pem. El
hijo de su primera mujer murió cuando era niño. Su segunda mujer fue Ang Lahmu.
Tenzing aún tomó una tercera esposa cuando la segunda aún vivía, cosa permitida
por las costumbres sherpas, y tuvo
otro hijo, Jamling Tenzing Norgay, que ha continuado la tradición de su padre y
ascendió al Everest en 1996.
Tenzing murió a causa de un derrame cerebral en
Darjeeling (Bengala Occidental-India) en 1986, a la edad de 72 años.
Hay quien dice que el Everest es una montaña
inhumana. El campo base está a 5.300 metros y el oxígeno falta desde el primer
momento. Un lugar donde uno se siente insignificante y cada paso hacia arriba
es una puerta que se cierra, y sabes que si algo ocurre va a resultar difícil
bajar de allí. Aseguran quienes han regresado que es la mayor experiencia vivida
y que, por supuesto, a nadie deja indiferente ya que pone a prueba cualquier
sensibilidad.
El mítico Everest, seguirá estando ahí y mostrando
majestuoso que se trata del techo del mundo, siempre desafiando el espíritu de
los aventureros y exploradores que persiguen el sueño de alcanzar su cumbre.
(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE
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