SACRA DI SAN MICHELE

LA ABADÍA QUE INSPIRÓ “EL NOMBRE DE LA ROSA”


«Sagrado de San Miguel» es un complejo arquitectónico erigido en la cima del monte Pirchiriano (962 m), en la desembocadura del valle de Susa (en el norte de Italia). Se encuentra entre las ciudades de San Ambrogio di Torino y Chusa di San Michele. Es el monumento símbolo de la región del Piamonte. Reestructurado, está a cargo del cuidado de los padres rosminianos.

La Sacra de San Michele gozó del privilegio de abadía nullius, o lo que es igual, la exención de la jurisdicción de un obispo, durante muchos siglos, hasta que fue suprimida en el año 1803 durante el período napoleónico.

En la Sacra di san Michele se inicia el llamado sentiero dei franchi («sendero de los francos»), un recorrido de fama histórica que lo une con la parte alta del valle y que supuestamente habría recorrido Carlomagno.

También por la Sacra pasaba una importante ruta de peregrinación, la llamada Vía Francígena, en su variante alpina del Valle de Susa que unía Mont Saint-Michel (Francia), con el Santuario de San Miguel Arcángel, cerca de Foggia.

Los tres lugares sacros dedicados a San Miguel se encuentran a unos mil kilómetros de distancia uno del otro, alineados a lo largo de una línea recta, que idealmente prolongada también en línea recta, conduce a Jerusalén, por un lado, y por el otro al St Michael's Mount, en Cornualles (otro lugar dedicado san Miguel).

HISTORIA

Desde la época romana, existía una guarnición militar en este mirador para supervisar la carretera que une el valle del Po con la Galia por el valle de Susa y el paso de Montgenèvre, punto de partida de la Via Domitia al valle de la Durance. Una ruta menos transitada permitió el acceso al valle de Maurienne a través del paso de Fréjus.

Los sarracenos estaban establecidos en Fraxinet. Planteaban amenazas en los caminos de los Alpes. Arduin Glaber, habiendo expulsado a los sarracenos del valle de Susa conquistó Turín, luego fue nombrado marqués de Turín en el 942.

 La abadía probablemente fue fundada alrededor de 983-987 por Hugues de Montboissier el Decousu con el apoyo de la familia Arduin cerca de una antigua capilla construida por el ermitaño Jean Vincent. Obtuvo un privilegio del obispo de Turín, para futuros monjes.

La Sacra vivió su florecimiento en los siglos XI y XII, ya que se encuentra en el cruce de tres caminos de peregrinación medievales: la Vía Francígena, de Canterbury a Roma, el camino de Santiago y el camino de San Miguel, desde el monte Saint-Michel en Bretaña (Francia), hasta el monte Sant'Angelo, en la región de Apulia (Italia). Aún hoy llegan peregrinos de todo el mundo, que aprovechan la hospitalidad de los monjes y encuentran en este lugar un centro de espiritualidad muy especial.

UNA ESTRUCTURA ARQUITECTÓNICA MUY ESPECIAL

Saint-Michel de la Cluse, una de las abadías benedictinas más famosas, es hoy uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de la época románica presente en Europa.

Las escarpadas masas rocosas de la montaña vienen a mezclarse con el conjunto que consta del sótano, los escalones y los contrafuertes de retención para formar un solo cuerpo.

La particularidad de esta abadía, además de su arquitectura exterior, es que se organiza alrededor de una escalera central llamada Escalera de los Muertos, donde una vez fueron enterrados los ilustres habitantes del monasterio. Hoy solo quedan algunas tumbas. Esta escalera termina, en su punto más alto, en el Portal del Zodiaco.

El conde Ugo de Montboissier, rico noble, señor de la Alvernia, comenzó su construcción entre los años 983-987. sobre la cima del monte Pirchiriano, a 40 kilómetros de Turín.

Tiene una entrada monumental. Sobre la puerta se pueden observar unos 42 metros de edificio. Y encima de la misma aparece la iglesia abacial, con un espléndido estilo románico-gótico, decorada con frescos del Siglo XVI.

Se accede a la iglesia a través de la amplia y empinada Escalinata de los Muertos, de 18 metros de altura y 243 escalones. Fue construida a mediados del Siglo XII. Cuando se llega a la cima de la escalinata, se atraviesa El portal del Zodiaco (1128-30), una fina talla de piedra, obra románica.

El nombre del portal está dado porque los estípites (columnas) de la fachada orientada hacia la escalinata, están esculpidos en la parte derecha con los doce signos zodiacales, mientras que en la parte izquierda con las constelaciones australes y boreales.

Desde lo alto de sus torres se puede admirar la capital piamontesa y una impresionante vista del Valle de Susa. En el interior de la iglesia principal, que data del siglo XII, están enterrados miembros de la familia real de los Saboya.
Dedicada al culto del Arcángel San Miguel, defensor del pueblo cristiano, la Sacra es una etapa de un camino de peregrinación de más de dos mil kilómetros que van desde el Mont-Saint-Michel, en Francia, hasta el Monte Sant’Angelo, en Puglia.

En la Sacra di San Michele, historia, arte y cultura aparecen de inmediato y con gran impacto antes los ojos de visitantes de cualquier edad.
En primer lugar se disfruta el paseo en plena naturaleza y, a medida que se asciende, se contempla el maravilloso paisaje y la masa imponente de la fachada. 

Subir a la cima de esta espléndida construcción italiana de enorme valor histórico y cultural permite disfrutar de una increíble panorámica desde el horizonte de Turín hasta el valle de Susa. En su interior se encuentran importantes elementos artísticos como la estatua de San Miguel Arcángel del escultor Paul dë Doss-Moroder; y el Scalone dei Morti y el Portale dello Zodiaco, esculpidos por el arquitecto piacentino Maestro Nicolaio.

De igual manera tampoco se puede abandonar el lugar sin antes subir a la Torre della Bell'Alda, que domina el precipicio de Pichiriano, y desde la que, según la leyenda, la joven Alda, huyendo de los soldados, se lanzó invocando la ayuda de San Miguel, que la salvó de una muerte segura.

También merece la pena visitar, aunque sea por "motivos argumentales", la extraordinaria biblioteca dotada de más de 10.000 volúmenes, a la que sólo se puede acceder durante las visitas especiales que se organizan el primer sábado de cada mes, junto con el museo de la vida cotidiana, dedicado a los objetos cotidianos del pasado, y los antiguos salones de la Casa de Saboya.

En el siglo XX se dio a conocer la Sacra di San Michele en todo el mundo gracias a la novela El nombre de la rosa, de Umberto Eco, el cual se inspiró en este impresionante monasterio para escribir su obra.

Estos maravillosos lugares de culto, sin embargo, distaban mucho de la idea inicial que Eco tenía en mente cuando escribió las aventuras del fraile franciscano Guillermo de Baskerville y su seguidor Adso de Melk, ambientadas idealmente en la imponente y austera abadía de la Sacra di San Michele, uno de los símbolos del Piamonte.

Umberto Eco describió así el lugar : "Mientras subíamos por el camino empinado que serpenteaba alrededor de la montaña, vi la abadía. No me sorprendieron los muros que lo rodeaban por todos lados, semejantes a otros que vi por todo el mundo cristiano, pero sí el grueso de lo que luego supe que era el Edificio […] pero por su inaccesible posición era uno de los más tremendos, y capaz de generar miedo en el viajero que se acercaba poco a poco. Es una suerte que, siendo una mañana de invierno muy clara, el edificio no me pareciera como se ve en los días de tormenta”.

La verdadera magia de este lugar comienza a percibirse cuando el visitante se acerca a sus murallas pero se contagia en todo, se deja sentir por los caminos que recorren los bosques circundantes, tierras de paso de peregrinos desde hace milenios, en los interiores ricos en arte y leyendas... hasta los panoramas ilimitados que encantan cada vez que se mira hacia abajo desde las paredes verticales del Monte Pirchiriano.

Estamos seguros de que no podrá evitar enamorarse de este lugar que con su encanto también inspiró a Umberto Eco en su bestseller "El nombre de la rosa" ambientado en una lúgubre e imponente abadía descrita por el monje Banedetto Adso de Melk.

En definitiva, la Sacra de San Michele permite al visitante revivir la misma atmósfera misteriosa que rodea El nombre de la rosa y redescubrir el arte y la historia del Piamonte y de toda la Italia medieval paseando entre sus muros.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)