PINTORESCO
Y CON ENCANTO
Este municipio gaditano se ha hecho famoso
por su entramado urbano, declarado Conjunto Histórico, y cuyo centro está
incrustado en el tajo formado por el río Guadalporcún a su paso por la ciudad.
Forma parte de la ruta de los llamados pueblos blancos y está conectado a la
línea ferroviaria Bobadilla-Algeciras a través de la estación de Setenil.
Dista de Cádiz 157 kilómetros, la extensión
de su término es de alrededor de 82 km2. Y cuenta con algo menos de tres mil
habitantes.
HISTORIA
En las cuevas de la localidad se han
encontrado objetos que vienen a demostrar que estuvieran pobladas hace
alrededor de cinco mil años.
Según las crónicas de la época sobre la
Reconquista, la toma de la villa de Setenil fue fundamental para la corona
castellana en su avance hacia Granada, aunque el sitio de 1407 no proporcionó
el fruto deseado. Desde aquel momento, Setenil fue considerado casi
inexpugnable, constituyendo un enclave estratégico para la reconquista del
reino nazarí. Desde los tiempos de Juan II de Castilla hasta el reinado de los
Reyes Católicos, se produjeron siete sitios (de ahí el nombre de la ciudad),
siendo el último el 21 de septiembre de 1484, el que condujo a la victoria
definitiva.
Bajo dominio cristiano, Setenil fue declarada
villa de realengo, recibiendo de los monarcas la Carta de Privilegios en 1501,
donde se dispuso un elevado número de franquicias y beneficios equiparables a
los que en ese momento gozaba Sevilla.
Tras los primeros momentos de repoblación y
el repartimiento de casa y tierras, la población comenzó una nueva etapa en la
que sus vecinos, un buen número de los cuales pertenecía al estamento hidalgo,
tales como las familias Ortiz, Guzmán o Zamudio, vivían de los cultivos de la
vid y los cereales, del aprovechamiento del monte, así como de la ganadería y
la pesca.
Durante la Edad Moderna, Setenil avanzó y
continuó disfrutando de una privilegiada situación entre los pueblos de la
serranía, sólo alterada ocasionalmente por la presencia de tropas que en
diversas circunstancias se aprovisionaron de la villa, con el consiguiente
perjuicio económico para sus habitantes. Los setenileños poseían una importante iglesia, un hospital y un
seminario que se mantuvo hasta mediados del siglo XVII. Fue en este siglo
cuando, tras numerosos pleitos, consiguieron independizarse de la ciudad de
Ronda en 1630.
La entrada del siglo XIX estuvo marcada por
las luchas guerrilleras de sus vecinos, que unidos a los de otros pueblos de la
serranía gaditana, resistieron ante el invasor francés que ocupaba la
Península. El proceso desamortizador no repercutió positivamente en los
habitantes de Setenil, y los campesinos, buscando soluciones que paliasen sus
dificultades económicas, se unieron a los movimientos sociales que habían
empezado por la sierra gaditana.
En la actualidad, una vez superados los
procesos de emigración de la segunda mitad del siglo XX, Setenil continúa
desarrollándose siguiendo sus pautas tradicionales de signo básicamente
agrícola, a las que se une el aprovechamiento turístico de un pueblo que por lo
excepcional de su entramado urbano, la belleza de sus alrededores y lo singular
de sus festividades, se constituye en uno de los más atractivos municipios de
la provincia de Cádiz.
PATRIMONIO
ARTÍSTICO Y MONUMENTAL
Conjunto
Histórico-Artístico. El principal atractivo de este municipio lo constituye el
mismo pueblo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1985, debido a la
belleza y originalidad de su entramado urbano. A través de una elevada
pendiente, el caserío baja desde el castillo adaptándose al curso del río, lo
que le confiere una singular disposición con diferentes niveles de altura. En
la parte baja los vecinos han aprovechado el tajo creado en la roca por el río
para construir sus casas. Se trata de un excepcional ejemplo de un tipo de
vivienda denominado “abrigo bajo rocas” que a diferencia de otras construcciones semitroglodíticas
desarrolladas en Andalucía, no excava la roca, sino que se limita a cerrar la pared
rocosa y desarrolla la vivienda de forma longitudinal.
Castillo de Setenil.
Fortaleza nazarí del siglo XIII con Alcázar, Torre del Homenaje, Medina, Baños,
Mezquita y Coracha-Mina. La fortaleza posee toda su cerca con 530 metros de
muralla y sus cerca de cuarenta torres, asimismo es una de las pocas
construcciones de este tipo defensivo nazaríes que conservan todo su entramado
urbano medieval.
Iglesia de Nuestra
Señora de la Encarnación. Es de estilos mudéjar y gótico (siglo XV-siglo XVII).
Una de sus mayores características es que realmente se compone de dos iglesias,
una mudéjar y otra gótica.
Ermita de San
Sebastián. De los siglos XV-XVI.
Antigua Casa
Consistorial. Antiguamente Torre Albarrana de acceso a la fortaleza (siglos
XIII-XV), Casa de la Harina y Casa Consistorial. En ella se encuentra ubicada
en la actualidad la Oficina de Turismo.
Ermita de Nuestra
Señora del Carmen (siglo XVIII)
Ermita de San Benito.
De los siglos XV-XVI, está edificada sobre una mezquita del arrabal moro,
cercana a una fuente. En 1502 tuvo varios pleitos con vecinos de la villa que
pretendían quedarse con las fincas que les correspondieron en el repartimiento
de los Reyes Católicos. Es la sede de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad.
También merecen visitarse la Ermita de Nuestra
Señora de la Concepción del siglo XVIII, las Cuevas de San Román (siglo XVI),
el Puente de la calle Triana (siglos XV-XVI), así como los diferentes puentes
de la villa (siglos XV a XVIII).
OTROS
LUGARES DE INTERÉS TURÍSTICO
Calle del Príncipe
del Rey (en la actualidad calle de entrada a la villa).
Barrio del Torreón.
Viviendas circundantes a la Torre del Homenaje en lo que era la antigua Plaza
de las Armas.
Barrio del Mirador de
la Peña. Actual Lizón, en época nazarí era todo el entramado de defensa del
Alcázar, a su entrada a la villa.
Barrio de la Iglesia.
Viviendas ubicadas a la espalda de la misma, actualmente en el subsuelo de los
Cortinales. La iglesia se asienta sobre la mezquita.
Barrio del Hospital.
Viviendas ubicadas a la espalda del mismo. El Hospital Real de Nuestra Señora
de Santa Catalina era del siglo XV. Se levantó aprovechando la propia
estructura de los baños árabes. Actualmente en dicho lugar se encuentra el
único edificio construido en la villa.
Barrio del Adarve.
Barrio de la Torre
del Espolón. En la esquina sureste de la fortaleza, aunque pasa muy
desapercibido, aún hoy conserva dos de sus plantas.
Barrio de la Mina. En
dicho barrio se puede encontrar la Coracha-Mina de la fortaleza de Setenil,
construcción realizada para el abastecimiento de agua en todo momento,
principalmente en los momentos de conflicto. La presente construcción ha sido
la que ha forzado la gran maorñia de las leyendas del pueblo.
CALLES,
BARRIOS Y ARRABALES
No puede obviarse una detenida visita a las
calles Triana, Ronda, Vilches, San Benito, Alta y el barrio del Cerrillo, la
mayoría con cinco o seis siglos de antigüedad.
Por lo que respecta a los arrabales, cabe
mencionar el de Triana, Ronda y San Benito.
En cuanto a la arquitectura popular
sobresalen sobre todo las casas-cuevas de la ciudad, la mayoría de ellas se
situadas en las calles Cuevas del Sol, Cuevas de la Sombra, Cuevas de San Román,
así como en las calles Mina, Herrería, Jabonería, Cabrenza y Triana.
Setenil es un pueblo muy festero, pero si
algo destaca de forma primordial son las celebraciones que se llevan a cabo
durante la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional en Andalucía,
que goza de gran arraigo popular y tradición cultural, y en la que es singular
la rivalidad entre las dos Hermandades: la Santa Vera Cruz (los blancos) y
Nuestro Padre Jesús (los negros), rivalidad que se tradujo en la llamada
“guerra de las bandas”.
Su origen está ligado al nacimiento de la
Hermandad de la Santa Vera Cruz en 1551. Más tarde, entre 1782 y 1863, tuvo
lugar una escisión de ésta que daría lugar a la Hermandad de Nuestro Padre
Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad.
Debido al desnivel y estrechez de sus calles,
algunas cobijadas por las rocas, otras incluso cubiertas totalmente, y a lo
complicado de su arquitectura urbana, resulta difícil el recorrido procesional,
forzando a una limitación en las dimensiones de los tronos, así como en el
numero de costaleros, algunos pasos han de ser parcialmente desmontados en
algún tramo e incluso se ensancha alguna calle con pasarelas supletorias.
Otra fiesta destacable es la Romería de San
Isidro que se celebra en mayo en el Puerto del Monte, donde las familias pasan
el fin de semana.
También es importante la feria que se celebra
en el mes de agosto. Durante el día la gente celebra la feria en la calle
Cuevas del Sol y durante la noche se trasladan al recinto ferial.
Los patronos de la villa son San Sebastián, el
20 de enero, y la Virgen del Carmen, que disfruta de una procesión, actos
litúrgicos y verbenas en su honor.
Resulta muy interesante desplazarse hasta
este rincón gaditano para contemplar el patrimonio artístico de Setenil de las
Bodegas, además, pasear por sus calles y dedicarse a la contemplación del
entorno resulta muy atractivo, por su belleza natural y extraordinaria.
(Ver interesante colección gráfica de este reportaje
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