G R A N A D A



                                                               EL EMBRUJO DEL SUR
 

En el oriente andaluz, de las bellas cumbres de Sierra Nevada a las soleadas playas del Mediterráneo, se encuentra Granada, a través de los siglos convertida en crisol de culturas ibéricas, fenicias, romanas, árabes y cristianas, las cuales dejaron en ella una indeleble huella hasta erigirla en auténtica maravilla. El último bastión islámico en España y desde sus más remotos orígenes con una importancia histórica de magnitud universal, se muestra hermosa y seductora como la ensalzaron los poetas, resultando un objetivo turístico tan ineludible como fascinante.
Granada de Boabdil, Granada de los Reyes Católicos, de la Alhambra, el Generalife, el Albaicin o el Sacromonte. Granada, un sueño que apasiona hasta límites insospechados, la que fuera reconquistada a los musulmanes que en ella tuvieron su postrer dominio y luz en la gran aventura del descubrimiento del Nuevo Mundo, reducto donde florecieron las letras, las artes y las ciencias para asombro del mundo entero, es en la actualidad una leyenda convertida en auténtica realidad, una ciudad milenaria y colosal que se abre al viajero ávido de escudriñar en sus más recónditos secretos y también al que desea practicar en la nieve su deporte favorito. Un ambiente cosmopolita y multicolor que cautiva de inmediato, y  que por supuesto nunca deja indiferente.

LA ALHAMBRA Y EL GENERALIFE
Hablar de Granada es hacerlo de La Alhambra, sin duda el punto de atención más emblemático para el recién llegado. No se trata solo de una singular edificación sino de una ciudad convertida en palacio con fortaleza o alcazaba, aposentos reales, mezquitas, cuarteles, viviendas, baños, espléndidos jardines, escuelas, cementerios… Y algo que puede resultar poco menos que inconcebible para las mentes puramente analíticas es que en ella el simbolismo y su significación tienen tanta o más relevancia que los propios materiales. Y así el agua, la luz, la poesía… son elementos incluso más importantes que la piedra, el ladrillo o la madera.
En el siglo XI y sobre los restos de edificaciones romanas y visigóticas, Mohamed Ibn  Alhamar, fundador de la dinastía nazarita, construyó la alcazaba o ciudadela militar. Sucesivamente se ampliaron las obras hasta constituirse el denominado Palacio Real, ampliándose a la Alhambra Alta, residencia de altos cortesanos. Está construida sobre la colina Assabica (roja) que domina toda Granada y su Albaicín.
Hay que deambular por el patio de los Arrayanes, el de los Leones o el de Mexuar, la sala de Dos Hermanas o la de los Abencerrajes, el oratorio, el cuarto dorado, el mirador y el jardín de Daraxa, acceder al palacio de Carlos I y hacerlo sin prisa, con deleite y extasiándose en la contemplación de sus maravillas, dejando volar la imaginación a la que de inmediato afluyen multitud de historias románticas de amor y muerte, de traiciones y venganzas, en las que juegan un papel preponderante poderosos califas, valerosos guerreros, mujeres de refinada belleza, músicos, artistas y nobles caballeros. Un recorrido a través de la Historia que embriaga y absorbe los sentidos.
Por lo que respecta al Generalife hay que hacer constar que se trata de la antigua residencia y recreo de los reyes nazaritas. Preciosos juegos de aguas, estanques todos ellos dentro de un hermoso jardín perfectamente cuidado con abundante vegetación y hermosas flores, maravillan al visitante.
El Generalife está situado en el Cerro del Sol, colindante con la Alhambra y con acceso directo desde ésta, y dominado por la llamada Silla del Moro.

DEL SACROMONTE AL ALBAICÍN
Abandonando los incomparables jardines y pabellones del Generalife y al llegar a la cuesta del Chapiz, se inicia el camino hacia el Sacromonte, el cual transcurre de forma sinuosa entre la muralla del Albaicín y el río Darro, y en el que con frecuencia surgen en la misma montaña las típicas viviendas-cuevas en las que suele venderse la rica artesanía granadina (cobres, hierros forjados, lozas, vidrios, etc.) y donde se encuadran los rituales cantos y bailes flamencos al son de guitarras y castañuelas.
En la abadía del Sacromonte y concretamente debajo de la iglesia, se encuentran las catacumbas donde sufrió martirio San Cecilio, primer obispo y patrón de Granada.
El Albaicín actual, a escasa distancia del Sacromonte, conserva íntegro su tipismo de otras épocas con sus angostas y empinadas callejuelas, así como preciosos rincones salpicados por diminutas plazoletas en las que la cal de sus fachadas y los claveles y geranios de sus balcones juegan a poner la nota de color y son una muestra permanente del buen gusto y esmero con que todas las gentes cuidan este barrio excepcional. Un lugar en el que se entremezclan las ruinas históricas, árabes, romanas o visigóticas con los no menos famosos “cármenes” granadinos de frescos y bellos jardines.
El Albaicín es una especie de ciudad aparte y cuyo nombre procede de haberlo poblado en 1228 los moros de Baeza expulsados de allí por el rey San Fernando al conquistar aquella ciudad. Era uno de los núcleos más poblados y laboriosos de Granada, cuya importancia demuestra la existencia en él de una treintena de mezquitas, muchas de las cuales subsisten. En la actualidad, el Albaicín conserva en su conjunto su aspecto típico original, y su disposición urbana puede decirse que es la misma que presentaba en la época morisca.
Las magníficas panorámicas sobre la Alhambra con sus encuadres de excepción le confieren a este enclave un encanto y placidez inigualables.

LA CATEDRAL Y OTROS PUNTOS DE INTERÉS
Pero Granada no es sólo la Alhambra, el Albaicín, el Generalife o el Sacromonte, es más, muchísimo más y resulta del todo imposible reunir en sólo unas líneas el relato de todas las riquezas que atesora y que, sin duda, merecen una inexcusable visita.
La Catedral, considerada como la primera iglesia renacentista de España, se convierte en museo de excepcional importancia. Las obras se iniciaron en 1518 y sus artífices fueron Enrique Egas, Diego de Siloé y Juan de Mena sucesivamente. Fue terminada en el año 1600. Está situada en la plaza de las Pasiegas y la entrada a la Sacristía y el Museo, por la Gran Vía de Colón.
A destacar, asimismo, la Capilla Real, erigida por los Reyes Católicos en 1594, en estilo gótico y florido con portada plateresca. Sobresalen la verja central, obra de Bartolomé de Jaén, el retablo y valiosas tallas y pinturas flamencas, así como los mausoleos de los Reyes Católicos, sus hijos Felipe y Juana y nieto Príncipe Miguel, bajo los cuales descansan sus restos. Interiormente se comunica con la Catedral y con la iglesia del Sagrario.
La Cartuja comenzó a edificarse en 1506, continuando sus obras durante tres siglos. Destacan el Santo Sanctorum y la Sacristía del más puro barroco español. Está situada en la carretera de Alfacar, debajo de la Facultad de Teología.
San Jerónimo: Iglesia y convento debido a Florentino el Indiano y a Diego de Siloé. El retablo es una obra maravillosa y ante el altar mayor reposan los restos del Gran Capitán, aunque sobre ello existe la duda de si fueron destruidos cuando la desvalijaron las tropas francesas. El convento, restaurado, es otra verdadera obra de arte con sus preciosos patios.
La basílica donde se encuentran los restos mortales de San Juan de Dios también resulta interesante de ver. Es una perfecta muestra del barroco granadino y está ubicada en la calle del mismo nombre.
El Hospital Real es un magnífico edificio fundado por los Reyes Católicos en 1504, junto a los jardines del Triunfo. Adscrito a la Universidad, en él se han instalado los servicios generales, rectorado, oficinas y biblioteca. Por su parte, el Palacio de la Madraza, antigua universidad de los moros granadinos, convertida más tarde en Ayuntamiento. En su interior se llevan a cabo interesantes actos culturales, congresos y exposiciones, etc.
No debe olvidarse el llamado Corral del Carbón, el monumento más antiguo que dejaron los árabes y único en su género. Era depósito de mercancías y albergue de mercaderes. Los cristianos lo adaptaron para representaciones teatrales y en la actualidad tiene instaladas ventas de artesanía granadina.
La Real Chancillería es otro hermoso edificio del siglo XVI, de estilo renacentista y preciosa fachada, convertido posteriormente en Palacio de la Audiencia. 
La Casa de los Tiros es una interesante construcción del siglo XVI, con fachada de piedra y torreón rematado por almenas, con cinco estatuas y escudo de la familia Granada Venegas. Dentro de ella está ubicado el Museo de Historia y Artesanía Granadina con interesantes cuadros, esculturas, grabados, planos y fotografías de Granada.
Las iglesias de Santa Ana y San José. La primera edificada en el primer tercio del siglo XVI, de estilo mudéjar y con portada plateresca. La segunda se encuentra alzada en el lugar que ocupó la antigua “mezquita de los morabitos”, es una de las más antiguas de la ciudad (siglos VII al X), bendecida en 1492 y derribada en 1517 para construir un templo cristiano. El alminar, hoy torre de la iglesia, es el único minarete conocido en España anterior al tipo almorávide. Está situada en la Cuesta de San José, en la zona del Albaicín.
Son puntos de interés también la Casa de Castril, uno de los más bellos palacios granadinos, con portada de gran opulencia decorativa y preciosa fachada. En este edificio se encuentra instalado el Museo Arqueológico.
La Casa del Chapiz es un edificio morisco del siglo XVI, en la actualidad residencia de la Escuela de Estudios Árabes fundada en 1932 para la investigación de la cultura musulmana y enseñanza de la española entre los orientales.
Los baños árabes de El Bañuelo es una obra del siglo XI, fueron restaurados en 1928 y son los más completos e importantes de España.
La Puerta Monaíta, también conocida como Puerta de la Alhacaba se encuentra en el Albaicín. Por su parte, la Puerta de Elvira es la principal de la ciudad y una de las más antiguas. Está situada en su inicio en la calle del mismo nombre, por la plaza del Triunfo.
Y la ruta de lo más importante de Granada continúa con el Convento de Santa Catalina de Zafra, la iglesia de los Santos Justo y Pastor, la Ermita de San Sebastián, las Murallas del Albaicín, la Casa del Padre Suárez, la Casa-Museo de Manuel de Falla o las Torres Bermejas, fortaleza avanzada del recinto de la Alhambra, una de las más viejas defensas de Granada que data de los siglos VIII y IX… Todo un compendio de arte e historia que obliga al visitante, por así decirlo, a permanecer en la ciudad varios días para de tal modo empaparse de sus múltiples atractivos.

SIERRA NEVADA
Dentro del macizo de la Penibética, con alturas superiores a los 3.000 metros, se encuentra la estación de esquí más meridional de Europa, concretamente a 2.100 metros de altura.
Sus buenas comunicaciones por la carretera más alta del continente europeo, pues alcanza al mismo pico del Veleta, que ponen la base de la estación Pradollano, a una hora escasa de Granada y a ese mismo tiempo del Veleta. Sus magníficas instalaciones hoteleras y turísticas, sus comercios especializados y todo ello completado con un buen número de pistas de todo tipo enlazadas por los medios de arrastre adecuados, hacen de este centro un lugar muy visitado por extranjeros y españoles.
La subida desde Granada ofrece un recorrido realmente interesante, con panorámicas variadas de amplias zonas. El mirador de Canales, situado en la primera parte de la ascensión, permite contemplar el cerrado valle del río Genil. Desde lo alto del Veleta, a 3.394 metros, la vista que se ofrece, sobre todo en los días claros, es realmente impresionante.
Durante el verano puede completarse este recorrido tomando la pista que, desde las proximidades del Veleta, une a esta carretera con la de la Alpujarra, a la altura de Capileira. Son 35 kilómetros de recorrido portentoso.
Lejos de la capital son muchos también los enclaves de importancia, tales como La Alpujarra o la Costa del Sol granadina, o bien Almuñécar, Alhama de Granada, Loja, Iznalloz, Motril… Rincones que aglutinan un evidente interés turístico cuya fama está sobradamente reconocida.
Con una gastronomía muy apreciada a todos los niveles, artesanía de gran relieve, bien comunicada y con una infraestructura hotelera de primer orden, Granada y su provincia son una cita ineludible en la agenda de todo buen viajero.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)