A L E P O (SIRIA)




 DEL ESPLENDOR A LA DEVASTACIÓN




Considerada como de las ciudades más antiguas del mundo, Alepo (en árabe Halab) hasta hace solo unos años contaba con una población de dos millones y medio de habitantes, lo que la convertía en la urbe más poblada de Siria, dejando en segundo lugar a Damasco, la capital.
La conocida hace siglos como Khalpe, (Beroea para los antiguos griegos y Halep para los turcos), está situada al noroeste del país y se encuentra en una posición estratégica, a mitad de camino en la ruta comercial que une la costa mediterránea y el río Éufrates. Toda su provincia ocupa más de 16.000 kilómetros cuadrados y se da la curiosa circunstancia de que entre el 20% y el 30” de sus habitantes eran cristianos.

UN CRISOL DE CULTURAS
Históricamente, se dispone de documentos según los cuales existía una población en la ciudad desde al menos el 1.800 a.C. según fuentes hititas. Durante la dinastía amorita fue capital del reino (hasta aproximadamente el 1.600 a.C.) para volver luego a ser hitita. Más tarde fue asiria y persa. Los griegos la tomaron en el 333 a.C. y Seleuco I Nicátor le dio el nombre de Beroea. Cuando en el 64 a.C. Siria pasó a formar parte de Roma, la ciudad también se integró en el Imperio Romano.
Formó parte del Imperio Bizantino hasta su pérdida a manos de los árabes en el año 637. En el siglo X volvió a los bizantinos (entre 974 y 987). Los cruzados la asediaron en dos ocasiones, en 1098 y en 1124, pero nunca la conquistaron.
El 11 de octubre de 1138, fue devastada por un terremoto, dejando cifras de unos 230.000 muertos, el tercer terremoto más mortífero en la historia, después de los de Shaanxi y Tangshan en China. Pasó a manos de Saladino y se mantuvo en poder de los árabes hasta su toma por los mongoles en 1260. Luego fue una ciudad del Imperio Otomano. Más adelante pasó a la administración colonial francesa, pero volvió a Turquía cuando ésta recuperó Antioquia en 1938-1939.
En la Antigüedad fueron creadas obras arquitectónicas como la torre del reloj que permaneció en pie muchos años. La Universidad de Alepo se fundó en el año 1960 y en el 2006 fue nombrada capital de la cultura islámica.
Alepo se encuentra a unos 120 kilómetros tierra adentro desde el mar Mediterráneo, en una llanura a 380 metros sobre el nivel del mar, 45 kilómetros al este del puesto de control de la frontera sirio-turca de Bab al-Hawa. La ciudad estaba rodeada de tierras de cultivo del norte y el oeste, ampliamente cultivadas con olivos y pistachos. Hacia el este se extendían las zonas secas del desierto de Siria.
La ciudad fue fundada originalmente a pocos kilómetros al sur de la ubicación de la ciudad actual, en la orilla derecha del río Queiq, que surge de la meseta Aintab en el norte y se extiende hacia el sur hasta el fértil país de Quinnasrin. Estaba rodeada por un círculo de ocho colinas que rodeaban a una prominente central sobre la que se construyó el castillo (originalmente un templo que databa del segundo milenio antes de Cristo). El radio de éste círculo era de aproximadamente unos diez kilómetros.
La antigua ciudad estaba encerrada dentro de una muralla que fue reconstruida por última vez por los mamelucos. El muro desapareció desde entonces. Tenía nueve puertas y estaba rodeada por un amplio foso.
Con una superficie superior a los 190 kilómetros cuadrados, Alepo era una de las ciudades de mayor crecimiento en el Oriente Medio y estaba previsto aumentar su periferia hasta los 420 kilómetros cuadrados.

UNA CIUDAD CON CRECIENTE EVOLUCIÓN
Al ser el principal centro económico de Siria, Alepo tenía un gran número de instituciones educativas. Junto a su universidad, había colegios estatales y otras universidades privadas que atraían a un gran número de estudiantes de otras regiones de toda Siria y diferentes países árabes. El número de estudiantes en la universidad de Alepo llegó a ser superior a los 60.000, y tenía dieciocho facultades y ocho escuelas técnicas.
Antes de la guerra existían tres universidades privadas que operaban en la ciudad: la Universidad Privada de Ciencias y Artes; la Universidad de Al-Shahba y finalmente la Universidad de Mamoun, de Ciencia y Tecnología.
Ramas del conservatorio estatal y de la Escuela de Bellas Artes también operaban en la ciudad. Además, Alepo era el hogar de varias escuelas de la comunidad cristiana y armenia, aparte de dos internacionales: la Escuela Internacional de Alepo y el Licée Français d’Alepo.
Durante el periodo de guerra, los conocidos como “Maristas Azules” enviaron mensajes S.O.S. al mundo a través de su página en Facebook, narrando lo que se vivía en esa ciudad: escasez de agua, cortes de energía, bombardeos continuos, etc. Durante el año 2014 los Maristas Azules, así como las personas que seguían confiando en ellos la educación de sus hijos, sufrieron un embate de la terrible guerra en ese país: Una bomba derribó el centro de educación  marista donde recibían ayuda de los diversos países donde se encontraba esta congregación y que posteriormente fue repartida entre los pobladores.
Su economía se basaba principalmente en productos agrícolas, aunque también se producía mucho algodón, dando lugar a una importante industria textil derivada de la lana y la seda, que a su vez favorecía la producción de bordados y alfombras, además de una destacada fabricación de licra y una gran cantidad de objetos de oro y plata.

OCIO Y ENTRETENIMIENTO
Alepo contaba con una vibrante vida nocturna. Varios clubes nocturnos, bares y locales de espectáculos abiertos hasta el amanecer se podían encontrar por toda la ciudad. Muchos bares estaban situados en el casco antiguo del barrio Jdeydeh, entre las antiguas mansiones orientales que ofrecen regalos especiales del sabor de Alepo y su cocina junto con la música local.
El Club d’Alep abrió sus puertas en 1945, era un club social exclusivo conocido por partidas de bridge y otras actividades de ocio nocturno.
El Parque Público de Alepo fue inaugurado en 1949 y era uno de los parques más grandes de Siria, el cual se encontraba en la zona de Aziziyeh, donde el río Queiq cruzaba el parque verde, siendo la Laguna Azul uno de los lugares favoritos de la gente de Alepo por tratarse de un parque acuático.
El Shahba era uno de los mayores centros comerciales de la ciudad.

UN RICO PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
Entre los principales monumentos de la ciudad se encontraban:
La gran mezquita, edificada en el año 715 por el califa Al-Walid y reconstruida en 1129 por Nur al-Din; un edificio de tres naves con un minarete de cinco pisos de altura.
La madraza Halawiyé, que ocupaba el emplazamiento de la antigua catedral de Santa Elena.
La ciudadela, construida en el siglo XIII sobre un cerro en parte artificial que se alzaba unos 50 metros sobre la ciudad y que quedó muy dañada por los terremotos, sobre todo por el de 1822.
Los zocos y caravanserai siempre interesantes y multicolores en las urbes musulmanas.
El castillo de Alepo, situado antiguamente en el meridiano de la ciudad. Un lugar que cautivaba a los visitantes por sus dimensiones, entradas, pasadizos y las historias que se contaban sobre el mismo. Era uno de los símbolos de la UNESCO.
El baño Yalgamma, uno de los más antiguos spa turcos que impresionaba por su arte arabesco.
La ciudad antigua de Alepo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986. Dentro de la declaración, además del centro histórico, rodeado por una muralla con siete puertas, se hallaban incluidos los barrio antiguos del norte, nordeste y este, y varios monumentos aislados y más alejados del centro histórico.

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Hemos querido ofrecer al lector la visión de Alepo, tal y como era hasta hace unos años, cuando fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, una bella y agradable ciudad de Oriente Medio.
En la actualidad, Alepo se encuentra prácticamente en ruinas producto de la guerra civil, el terrorismo, los continuos bombardeos, y la sinrazón de ejércitos, mercenarios y fanáticos que han terminado por destruir a la que antaño fue considerada como una de las ciudades más antiguas del mundo. Se calcula que han muerto más de medio millón de personas y los supervivientes de este conflicto están huyendo sin rumbo para escapar del país.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)