OSOS, PUMAS, COYOTES, BISONTES…
El primer hombre blanco que puso el pie en este territorio ubicado entre los estados de Wyoming, Montana y Idaho al
filo de 1807, fue el cazador Jim Bridger. Le siguieron un alud de buscadores de
oro, cazadores de pieles, exploradores y misioneros que, con el fin de alejar a
los pieles rojas, los nativos de estas tierras, se dedicaron a exterminar la
fauna, especialmente bisontes. Por fortuna, fue declarado parque nacional en
marzo de 1872, siendo, por tanto, el más antiguo de Estados Unidos.
Se halla emplazado sobre una serie de
altiplanos situados entre los 2.000 y 2.500 metros de altitud y cubierto por
millones de pinos, entre los que se extienden lagos, ríos, cañones, colinas de
azufre y bosques, que le confieren al paisaje una belleza extraordinaria.
Curiosamente, el siempre maravilloso
mundo del cine acabó popularizando a este paraíso natural al ubicar en él a un
original y simpático personaje de dibujos animados: Yellowstone es la tierra
del famoso “oso yogui”.
Desde que fue inaugurado, este parque
atrae todos los años a miles de visitantes, quienes vienen a maravillarse con
sus géiseres, fuentes termales, cataratas, ríos, lagos y una destacada flora y
fauna.
Es posible visitar en un solo día los
lugares más importantes de este enorme parque. Sin embargo, resulta más que
recomendable dedicar tres días para apreciarlo realmente, pasando las noches en
sus albergues o incluso en sitios para poder acampar.
Las estadísticas de Yellowstone son asombrosas:
Tiene 8.992 kilómetros cuadrados de superficie; cerca de diez mil manantiales
de aguas termales, entre ellas unos tres mil géiseres; unas sesenta especies de
animales residentes y más de doscientas especies de aves.
Pueden visitarse las mejores atracciones
recorriendo en automóvil la carretera Grand Loop, con una desviación hacia el
norte para contemplar las fuentes termales Mammoth.
EL
ATRACTIVO ESPECTACULAR DE LOS GÉISERES
El géiser Old Faithful es quizá el más
conocido de los fenómenos térmicos del parque. En erupciones intermitentes que
suelen durar entre quince o veinte segundos, arroja al aire una columna de agua
hirviendo y vapor, de unos cuarenta metros de altura.
A través de unos andadores de madera
se puede llegar a otros lugares de interés como la Piscina Esmeralda, un
manantial de agua caliente con el centro de un color verde profundo, rodeado de
tonalidades anaranjadas y amarillas.
El géiser del Penacho, que lanza sus
chorros a intervalos de veinte o treinta minutos, y el estanque Maravilla, un
hermoso manantial geotérmico en forma de flor verde esmeralda, son también
otros lugares de ineludible visita.
En los manantiales termales Mammoth,
el agua caliente se desborda sobre una colina, formando escalones de depósitos
de piedra caliza multicolor. Cerca de Canyon Village, el río Yellowstone se
precipita en una garganta de casi quinientos metros de longitud, con paredes de
piedra anaranjada y amarilla, lo que inspiró el nombre del parque.
El lago azul tiene más de 160
kilómetros de riberas y una pesca excelente de la denominada trucha asesina. Es
uno de los mayores lagos del país y está situado a 2.100 metros de altitud.
Lower Falls son unas cataratas que
doblan en altura a las del Niágara y, siguiendo río arriba, se encuentran las
suaves colinas cubiertas de salvia de Hayden Valley. En este punto hay
pelícanos y cisnes que comparten el río con gansos del Canadá y patos salvajes.
Durante todo el año pueden observarse bisontes
UN
AMPLIO ABANICO DE FAUNA
Es más que probable que, a través de los
caminos del parque, el visitante encuentre ejemplares de la fauna más diversa,
desde osos hasta bisontes, pasando por alces, renos, antílopes, ardillas,
marmotas, castores y otros pequeños mamíferos. La vida animal es abundante y
diversa en Yellowstone y es tan famosa como sus géiseres. Las preferencias en
el hábitat y los ciclos de temporada del movimiento determinan, generalmente,
dónde estará un animal en particular, en un momento específico. Las primeras
horas de la mañana y la tarde son los momentos en los que los animales tienden
a alimentarse, por lo tanto, es cuando se pueden ver con mayor facilidad. Pero no
hay que olvidar que la cantidad y variedad de animales que pueden contemplarse
son, en gran parte, una cuestión de suerte y coincidencia.
Los animales salvajes, especialmente
las hembras con crías, son imprevisibles Siempre hay que mantener una distancia
prudente de todos los animales salvajes. Todos los años, una gran cantidad de
visitantes del parque resultan lastimados por acercarse demasiado a estos
animales. Está prohibido acercarse a pie a unos noventa metros de los osos o
lobos y a unos veinte metros de otros animales salvajes. Siempre hay que
recordar que Yellowstone es un parque natural y deben seguirse unas normas. Si
se provoca que cualquier animal se mueva ¡se está muy cerca de él!
El parque está lleno de auténticas
maravillas, pero a veces pueden representar un peligro si no se es prudente.
Las normas son estrictas y sirven para proteger al visitante y al mismo tiempo
proteger también la belleza del entorno.
En Yellowstone existen tres animales
que se han convertido en las verdaderas estrellas: el bisonte, el coyote y los
osos.
El bisonte
puede parecer manso y lento, pero es imprevisible y peligroso. Pesa alrededor
de 900 kilos y alcanza a correr a unos 48 k/hora, o lo que es igual ¡tres veces más rápido de lo que cualquier
visitante puede correr!
Los coyotes aprenden rápidamente malos
hábitos como pedir comida situándose en los bordes de cualquier camino. Esto puede
causar un comportamiento agresivo hacia las personas. Nunca hay que acercarse
ni alimentar a un coyote.
Finalmente, referente a los osos hay
que estar muy pendiente de sus huellas e indicios de éstos. La mejor manera de
evitar a un oso es tomar todas las precauciones necesarias para evitar
encuentros inesperados.
Lo cierto es que no es necesario
acercarse en exceso a los animales salvajes. Contemplarles deambulando en un
paisaje asombroso, resulta muy gratificante y toda una experiencia.
Hay quien opina que el invierno es la
mejor estación en Yellowstone. El aire helado acentúa los fenómenos
geotérmicos, y lo alto y profundo de la nieve obliga a muchas especies de fauna
a buscar alimento en las proximidades de las sendas por las que pueden
transitar los visitantes.
En invierno, las nevadas suelen ser
altamente variables. La temperatura acostumbra a oscilar entre 0 y -5º durante
el día.
En verano, la época más aconsejable,
la temperatura, por lo general, se halla en los 25º y ocasionalmente puede
llegar a los 30º en las partes más bajas del parque. Las noches suelen ser
frescas.
En primavera y otoño las nevadas son
comunes con acumulaciones de hasta 30 cm. de espesor. La temperatura diurna
oscila entre los 0 y 20º. Hay que estar preparado para cambios repentinos en
cualquier momento del año. Las condiciones del tiempo en Yellowstone se caracterizan,
sobre todo, porque suelen ser imprevisibles. Hay que ir siempre bien equipado de
vestimenta.
Ningún problema en lo referente a
servicios. El parque cuenta con una excelente infraestructura hotelera y
diferentes áreas con restaurantes, merenderos, etc.
Por el estado de Wyoming, cuyo nombre
proviene de una palabra india que significa “el final de las grandes llanuras”,
pasaron muchas de las rutas principales de migración hacia el Oeste. Las
grandes confrontaciones del ejército y los nativos indios, así como las luchas
por los pastizales y las mil historias sobre forajidos y asaltantes del
ferrocarril, siempre han enriquecido el pasado de este estado. El viajero
encuentra por doquier muchos vestigios de todo ello.
Visitar el parque nacional de
Yellowstone supone un auténtico punto y aparte. Al margen de encontrarse
inmerso en un paisaje de incomparable belleza y contemplar la fauna salvaje en
completa libertad, el visitante tiene la posibilidad de vivir una aventura
inolvidable.
(Ver interesante colección gráfica de
este reportaje en GALERIA DE FOTOS)