EL OJO AZUL DE SIBERIA
Baikal es un lago de origen tectónico, situado en la región sur de Siberia (Rusia), entre el óblast de Irkutsk en el noroeste y Buriatia en el sureste, cerca de la ciudad de Irkutsk. Su nombre deriva del tártaro Bai-Kul, «lago rico». También es conocido como la «Perla de Asia». Es la reserva de agua dulce más grande del mundo.
Este lago forma parte del sistema fluvial Yeniséi-Angará-lago Baikal-Selengá-Ider, que tiene una longitud de 5.539 kilómetros y se considera el quinto río más largo del mundo, tras el Amazonas, Nilo, Yangtsé y el Misisipi-Misuri.
Es uno de los lagos con menor índice de turbidez en el mundo, registrándose marcas superiores a los 20 metros de profundidad mediante la utilización de discos Secchi. Contiene en torno al 20 % del agua dulce no congelada del mundo y con sus 1.680 metros de profundidad es el lago más profundo del mundo. Sobre la orilla oriental del lago vive el pueblo buriato. Fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996.
Con 31.494. km² de superficie, 636 kilómetros de largo, 80 de ancho y 1.680 metros de profundidad (reconocidos hasta el momento), el lago Baikal es el mayor de los lagos de agua dulce de Asia y el más profundo del mundo. Contiene 23.600 km³ de agua, equivalente al 20 % del agua dulce no congelada de todo el planeta. En la traducción rusa, el lago es llamado «mar», y en las lenguas buriata y mongola es llamado «Dalái-Nor», el «Mar Sagrado».
Se calcula que la formación del lago Baikal data de hace 25-30 millones de años, siendo uno de los lagos más antiguos en términos de historia geológica (posteriores son el lago Tanganyka del noreste de África, y el lago Biwa de la isla de Honshu en el centro de Japón).
Entre los grandes lagos de altas latitudes, es el único que no ha visto sus sedimentos afectados por glaciares continentales. Investigaciones de los sedimentos hechas en la década de los noventa del siglo XX proveen una relación detallada de variación climática durante los pasados 250.000 años. Se esperan investigaciones más detalladas. Si se sacara todo el sedimento acumulado, el lago alcanzaría nueve kilómetros de profundidad.
El lago está totalmente rodeado por montañas. Los montes Baikal en la orilla norte y la taiga están técnicamente protegidos como parque nacional. El lago tiene unas 20 islas pequeñas, más la gran isla de Oljón, de 72 kilómetros de largo, y la isla de Gran Ushkan, de 4,2 kilómetros de largo. El lago es alimentado por entre 336 y 544 afluentes, según las fuentes, siendo los principales el Selengá —principal causante de la contaminación del Baikal—, Chikói, Jilok, Udá, Barguzín, Alto Angará, Turka, Sarma y Snézhnaya. El agua fluye fuera del lago por un solo cauce, el del río Angará.
El Baikal es un lago de fisura joven. La fisura se ensancha unos dos centímetros por año. La zona de la falla está sísmicamente activa: hay fuentes de aguas termales en la zona y acaecen notables terremotos periódicamente. El área de drenaje del lago, de 540.000 km², es un 13 % mayor que el área del drenaje combinada de los Grandes Lagos de América del Norte.
BIOCENOSIS E INFLUENCIA HUMANA
Son pocos los lagos que pueden competir con el lago Baikal en términos de biodiversidad. Tantas como 852 especies y 233 variedades de algas, más unas 1.550 especies y variedades de animales habitan en los alrededores del lago, muchos de ellos especies endémicas, incluyendo la célebre foca de Baikal (Phoca sibirica), el único mamífero que vive en el lago.
El Baikal es reconocido por la singular claridad de sus aguas. El establecimiento de una planta de procesamiento de pulpa de madera y celulosa en el extremo sur del lago, originalmente planificada en 1954, generó protestas silenciosas que, a su vez, causaron un despertar ecológico entre las personas cultas de Rusia, aunque no en la burocracia soviética. Todavía, dicha planta continúa vertiendo desechos en las aguas de Baikal. El impacto de esta contaminación en Baikal y otras afluencias similares están siendo estudiadas anualmente por el Instituto Tahoe Baikal, un programa de intercambio entre científicos de los EE. UU., Rusia y Mongolia, y estudiantes graduados iniciado en 1989.
Muy poco se conocía del lago Baikal hasta que dio comienzo la construcción del Tren Transiberiano. El espectacular recorrido, que bordea parte del lago, requirió de 200 puentes y 33 túneles. Al mismo tiempo, (1896–1917), una numerosa expedición hidrogeográfica encabezada por F.K. Drizhenko produjo el primer atlas detallado de las profundidades de Baikal.
En julio de 2008 se inició la expedición de dos batiscafos rusos "Mir", llamados Mir-1 y Mir-2, y el 29 de julio se conoció que consiguieron llegar al fondo del lago por primera vez en la historia.
VIDA SILVESTRE
El lago Baikal alberga 1085 especies de plantas y 1550 especies y variedades de animales. Más de 80 % de los animales son endémicos; de 52 especies de peces, 27 son endémicos.
Cabe destacar una subespecie del pez ómul (Coregonus autumnalis migratorius). El mismo es pescado, ahumado y vendido en todos los mercados alrededor del lago. Para muchos viajeros del Tren transiberiano, comprar ómul ahumado es uno de los atractivos de la larga travesía.
El Baikal también es el único hábitat de la nerpa, o foca de Baikal. Osos y venados también son avistados y cazados en las costas del lago Baikal.
HISTORIA
La zona próxima al lago Baikal tiene una larga historia de presencia humana. Una temprana tribu conocida en la zona fueron los kurykans, antepasados de dos grupos étnicos: los buriatos y los yakutos.
Situado en el antiguo territorio septentrional de la confederación xiongnu, el lago Baikal fue uno de los lugares de la guerra Han-Xiongnu, en la que los ejércitos de la dinastía Han persiguieron y derrotaron a las fuerzas xiongnu, desde el siglo II a. C. hasta el siglo I d. C. Dejaron informes de que el lago era un "mar enorme" (hanhai) y lo designaron como el mar del Norte (Běihǎi) de los semimíticos Cuatro Mares. Los kurykans, una tribu de Siberia que habitaba la zona en el siglo VI, le dieron el actual nombre que se traduce en "mucha agua". Más tarde, fue llamado "lago natural" (Baygal nuur) por los buriatos y "lago rico" (Bay göl) por los yakutos. Los europeos poco supieron del lago hasta que Rusia se expandió en el área en el siglo XVII. El primer explorador ruso que llegó al lago Baikal fue Kurbat Ivanov en 1643.
UN TURISMO CRECIENTE
Los principales puntos de partida hacia el lago Baikal son las ciudades Irkutsk, Ulán-Udé y Severobaikalsk. Un importante centro turístico es el asentamiento de tipo urbano Listvianka.
En distintos lugares alrededor del lago se encuentra el sendero Great Baikal Trail, el sendero más popular en el lago Baikal, que comienza en Listvyanka y corre a lo largo de la costa hasta Bolshoye Goloustnoye. La longitud total de la ruta es de 55 kilómetros, pero la mayoría de los turistas suelen tomar solo una parte, una sección de 25 kilómetros hasta Bolshie Koty. Tiene un nivel de dificultad más bajo y puede ser superado por personas sin habilidades ni equipos especiales.
IRKUTSK
Es el centro administrativo del óblast de Irkutsk en Rusia. Fundada en 1661, recibió la categoría de ciudad en 1686. Es una de las urbes más pobladas de Siberia con 587.200 habitantes (censo 2010), así como un importante centro económico, político, militar y sede de una diócesis de la Iglesia ortodoxa rusa. Está conectada con Moscú por una red ferroviaria de 5.185 kilómetros. Está situada en las dos riberas del río Angará, que es el principal afluente o tributario del Yeniséi. Al sur se encuentra el lago Baikal.
ABUNDAN LOS MISTERIOS SOBRE LAS AGUAS TRANSPARENTES DEL BAIKAL
Colinas de hielo
En la década de 1930, los investigadores de la estación de limnología del lago Baikal hallaron algo sorprendente, unas formaciones inusuales de capas de hielo, que aparentemente, se producen únicamente en este lugar. Concretamente, llaman mucho la atención las conocidas “colinas de hielo”, que son abultamientos de forma cónica cuyo interior está completamente helado. Por su aspecto exterior, pueden hacer pensar en tiendas de campaña, pero lo cierto es que pueden alcanzar hasta los 6 metros de altura. Las colinas de hielo suelen encontrarse de forma solitaria, o por el contrario, de manera agrupada, formando una especia de cordillera en miniatura.
Espejismos
Aunque este fenómeno suele estar más comúnmente asociado a los desiertos, dichas ilusiones también hacen acto de presencia sobre la superficie del lago Baikal. De hecho, no sólo son propios en temporadas veraniegas, sino que también ocurren en invierno. Los habitantes locales suelen llamar a este fenómeno “la limpieza del crepúsculo”. Básicamente, este fenómeno permite que puedan avistarse en el horizonte algunos objetos que estén ubicados a distancias superiores a 40 kilómetros. En invierno, los espejismos de témpanos de hielo, que sobresalen de la superficie, se mezclan con la realidad y se puede generar una imagen totalmente surrealista.
El embudo del diablo
En la región más adentrada del suroeste del lago Oljón, se encuentra un lugar al que llaman el “embudo del diablo”. Si bien es cierto que durante gran parte del año, este zona no tiene atractivo alguno, uno o dos veces al año, el depósito de agua de esta región, comienza a alterarse de manera extraña. En los momentos de calma total y de buen clima, el agua comienza a “hundirse”, formando una especia de embudo gigante. De acuerdo con las creencias de la población local, dicho embudo representa una entrada al infierno, a través de la cual las almas de los pecadores pueden llegar al averno.
El triángulo del Baikal
Seguramente se conoce la zona homónima situada en Bermuda, conocida como el “Triángulo de las Bermudas” sobre la zona, los aparatos dejan de funcionar o envían la información de manera incorrecta. Por si fuera poco, en dicha zona se observan comúnmente fenómenos poco usuales, como esferas brillantes, círculos resplandecientes y cambios climáticos repentinos. Es por esto que los testigos afirman que todo lo que han visto ellos, venía acompañado también por una sensación de haberse perdido en el tiempo.
Anillos de hielo gigantes
En alguna ocasión se ha dado otro fenómeno bastante curioso, la aparición de enormes anillos de varios kilómetros de diámetro. Fueron descubiertos por primera vez en el año 1999, pero eso no quiere decir que no existieran desde antes. Básicamente, los anillos tienen tal diámetro que se pueden avistar desde el aire. Desde el momento en que se descubrieron dichos anillos, se programó una observación continua del lago sobre el espacio, y se descubrió que los anillos aparecían con cierta irregularidad. Estos han sido vistos en 2003, 2005, 2008 y 2009, además de más recientemente. Y por si fuera poco, cada vez su aparición se produce en un lugar nuevo.
Los círculos de las hadas en el Oljón
Sobre la isla más grande del Baikal, también existen otros círculos misteriosos. En las laderas de la isla Oljón, de vez en cuando se avistan anillos perfectamente trazados sobre la hierba fresca. Su tamaño puede alcanzar varias decenas de metros de diámetro, y las leyendas locales cuentan que dichos círculos se deben a los paseos de las brujas durante el Sabbat. Los ufólogos, en cambio, piensan que esto puede deberse al aterrizaje de naves extraterrestres, que utilizan a Oljón como una especie de puerto espacial. La verdad, se desconoce.
El agua que brilla
Aunque es algo imposible de percibir por el ojo humano, los artefactos de precisión establecen que el nivel de luminiscencia es de 100 fotones por centímetro cuadrado por segundo. Este fenómeno fue descubierto por primera vez en el año 1982, por Victor Dobrinin, que colaboró activamente con un instituto físico-técnico. La larga observación de este fenómeno inusual demostró que la luminiscencia del agua del Baikal no es uniforme, y que con la profundidad disminuye la intensidad. Además, en el periodo de noviembre hasta mediados de enero, el lago “se oscurece”, pero después vuelve a brillar de nuevo. Aunque es muy curioso, los científicos no saben todavía la razón de su brillantez.
¿Qué hay de cierto en torno a estos misterios? ¿Acaso son sólo producto de la imaginación de los habitantes locales? Lo realmente cierto es que cada vez más se producen extraños arcanos alrededor de las aguas transparentes del lago Baikal, la que está considerada como la reserva de agua dulce más grande del mundo.
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