Es
un maravilloso conjunto arquitectónico enclavado en el parque de María Luis de
la ciudad de Sevilla. Fue realzado por el arquitecto Aníbal González. Se
construyó entre 1914 y 1929 como el edificio principal, y el de mayor envergadura,
de la Exposición Iberoamericana de 1929. Es el más grande de los que se
levantaron en la ciudad durante todo el siglo XX, comparable a los otros dos
edificios históricos destacados de los extramuros de la ciudad, que son el
hospital de las Cinco Llagas (siglo XVI) y la Real Fábrica de Tabacos (siglo
XVIII).
UNA DILATADA HISTORIA
La
Plaza de España es el resultado final de varios proyectos que se sucedieron
durante la gestación e la Exposición
IberoamerIcana. En 1911, el arquitecto Aníbal González, que fue nombrado
arquitecto director de la muestra, presentó su anteproyecto para la Exposición,
en el que aparecían ya los terrenos sobre los que se ubicaría la futura plaza,
aunque no con su diseño actual. Tras varios proyectos intermedios que incluían
un gran estadio deportivo, el 14 de julio de 1914, se presentó el primero en el
que apareció identificada la Plaza de España. Para ocupar el vacío dejado por
el estadio previsto se preveía un espacio semicircular abierto al parque de
María Luisa en el que se debían construir en la parte externa los pabellones de
Industria y Agricultura y el Palacio de Actos y Fiestas, un paseo, después una
ría, cubierta por ocho puentes en el
centro un gran espacio abierto para celebrar solemnidades o fiestas, a cuyos
pies se situaría una fuente de carácter monumental.
En
el mismo año1914, tras la aprobación del proyecto, se realizó la ceremonia de
colocación de la primera piedra por el rey Alfonso XIII, y se iniciaron los
trabajos de explanación y movimiento de tierra.
En
1915 los trabajos se ralentizaron y sólo se ejecutó la construcción de la ría.
También se decidió no llevar a cabo las edificaciones que cerraban el acceso al
parque por a glorieta de San Diego.
Aníbal
González asumió el proyecto y realización de la plaza, en la que también
trabajaron algunos de sus colaboradores como el ingeniero José Luís de Casso y
el arquitecto Aurelio Gómez Millán. El proyecto definitivo que se corresponde
con el realizado, salvo pequeñas modificaciones, lo realizó en 1918, cuando se alteró
el destino previsto para las edificaciones, que se decidió que fueran
utilizadas como Universidad Obrera, con la Escuela de Artes y Oficios, en el
centro, las naves laterales adyacentes destinadas a talleres de aprendizaje,
más allá se levantarían los edificios de las denominadas Puertas de Aragón y
Navarra, que se situarían en el centro de las curvas y en los extremos de la
zona edificada se proyectaron los museos Artístico e Industrial, con planta
rectangular y el conjunto se remataba con las torres Norte y Sur. Los puentes
quedaban reducidos a cuatro desde los ocho previstos. En el muro exterior de
los edificios se planearon bancos revestidos de cerámica de las 48 provincias
españolas, sin incluir la de Sevilla, en forma de palcos en “U”.
En
1919 se terminaron la ría y los puentes que la atravesaban, se continuaron los
trabajos en la mayoría de los sectores, con la construcción de los muros de
fábrica de ladrillo en los Talleres y Galerías, y también se iniciaron las
excavaciones de la torre Norte.
Hasta
1925 se terminaron los exteriores del edificio central, se avanzó en la
colocación de los bancos de las provincias y se colocó el pavimento del paseo
junto a la ría. A finales de 1925, ante la evidencia del retraso acumulado y la
dificultad para cumplir las fechas previstas para la finalización de los
trabajos. .Miguel Primo de Rivera, quiso dar un último y definitivo impulso a
los trabajos con el nombramiento el 21 de diciembre de ese año de José Cruz Conde, como comisario
regio, al que le añadió también el cargo de Gobernador Civil de Sevilla para
reforzar sus poderes.
En
1926, dimitió Aníbal González de sus cargos en la exposición, que dejo el
proyecto cerrado en todos sus elementos fundamentales y tomó el relevo en la
dirección de la obra Vicente Traver. En agosto de ese mismo año se decidió que
la exposición comenzaría en abril de 1929.
1927
fue el año del impulso final, las obras, que en apariencia parecían terminadas,
requerían aún multitud d trabajos por realizar y se aprobaron los proyectos de
cerrajería, carpintería, acondicionamiento de espacios, revestimientos,
trabajos en los exteriores y la mayor parte de las instalaciones.
Durante
1928 la actividad continuó de modo semejante al del año anterior y ya se podía
apreciar varios edificios prácticamente terminados. En febrero, se informaba al
Comisario Regio que en el Edificio Central todos los trabajos estaban
concluidos a excepción de dos salones de
la planta de Honor y sus correspondientes en la planta de basamento. En mayo,
ya se había acabado el trabajo de pintura de ese edificio, lo que era señal de
que estaba prácticamente terminado y permitió que ese mismo mes, que la
Dirección de Obras hiciese su entrega oficial al Comité de la Exposición.
Mientras tanto, los trabajos de decoración
de las Puertas de Navarra y Aragón seguían su marcha, aunque, con evidente
retraso.
El
9 de mayo de 1929 se realizó en la Plaza de España la brillante ceremonia de
inauguración de la exposición con la presencia de las máximas autoridades del
país. Las obas habían finalizado, aunque todavía hubieron de realizarse algunos
trabajos menores como sustituciones de bancos y farolas-. El presupuesto
previsto, en 1914, ascendió a 628.500,70 pesetas, que en 1929, alcanzó la cifra
de 15.310.365 pesetas, a las que tras añadir otros gastos de última hora,
rebasó los 17 millones de pesetas.
Durante
la ejecución algunos aspectos del
proyecto suscitaron algún rechazo. La Academia de Bellas Artes se opuso a la
altura prevista de las dos torres que podían rivalizar con la Giralda y el
arquitecto francés Jean Claude Nicolás Forestier, que colaboró en el diseño del
parque de María Luisa, rechazaba la construcción de la ría por ser Sevilla una
ciudad con escasez de agua,
DESCRIPCIÓN
La
plaza es de grandes dimensiones (170 metros de diámetro), tiene una forma
semi-elíptica, que simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios
americanos y mira hacia el río Guadalquivir, como camino a seguir hacia
América.
Su
superficie total es de 50.000 metros cuadrados aproximadamente, de los que
19.000 están edificados y los 31.000 restantes son espacio libre, está bordeada
por un canal que recorre 515 metros y es atravesado por cuatro puentes. Los
edificios que envuelven la plaza se estructuran en un edificio central con
edificaciones intermedias que compensan una excesiva longitud y torres en los
extremos. Esta planta responde de forma muy cercana al esquema formal del tipo
de villa palladiana con alas curvas, como la Villa Badoer de Fratta Polesine o
Villa Trissino en Meledo, mostradas por el arquitecto Andrea Palladio en sus Cuatro libros de la arquitectura que
Aníbal González conocía.
La
construcción está realizada con ladrillo visto y cuenta con una amplia
decoración de cerámica. Los techos de la galería de la plaza cuentan
artesonados y esta se sostiene con columnas de mármol. Los respaldos de loa
bancos y algunas farolas están realizadas en hierro forjado.
Los
medallones con caras de españoles ilustres, las columnas marmóreas y los
artesonados dan al conjunto un ambiente renacentista. Según los escritos de
Aníbal González su inspiración para diseñar la plaza había sido el Renacimiento
español, modernizándolo.
Las
dos torres que flanquean la plaza, que proporcionan un ambiente de estilo
barroco, miden 74 metros de altura y crearon disgusto entre los académicos por
rivalizar en altura con la Giralda.
La
fuente central, obra de Vicente Traver, ha sido muy cuestionada porque rompe la
rotundidad de vacío de la plaza. El canal que contiene es cruzado por cuatro
puentes que representan los cuatro antiguos reinos de España (León, Castilla,
Aragón y Navarra).
En
las paredes de la plaza se encuentra una serie de 48 bancos que representan a
cuarenta y seis provincias españolas peninsulares (todas excepto Sevilla) y los
dos archipiélagos (Canarias y Baleares), con su escudo, un mapa y un paño de
azulejo pisano con hechos históricos destacados de la provincia o archipiélago
representado, colocados en orden alfabético. Estos bancos se encuentran en
cuatro tramos y al principio y al final de cada uno de ellos se encuentra un
paño de azulejo pisano relativo a la provincia de Sevilla.
Los
bancos tienen también a los lados, dos pequeñas torres con anaqueles que han
sido usados en alguna ocasión para colocar libros.
Otros
detalles a destacar de la obra son sus múltiples relieves realizados todos por
el escultor Pedro Navia, pudiéndose contemplar:
- Seis ventanas renacentistas.
- El escudo de Sevilla adornando la puerta de Navarra y Aragón.
- Las 24 águilas imperiales con el escudo de Carlos I.
- Los 48 medallones con el busto de españoles ilustres sobre cada arco que comprende cada provincia
- Los cuatro heraldos de tres metros de altura, representando a los antiguos reinos, flanquean las dos torres que encuadran el palacio situado en el paseo superior del recinto.
UTILIZACIÓN Y DESTINO
En
un principio, tras finalizar la exposición, su destino era formar parte de la
Universidad de Sevilla, esa es la razón de las hornacinas existentes en cada
una de las provincias. Sin embargo, tras haber sido utilizada durante la exposición,
pasó a ser sede del gobierno militar, sirviendo sus estancias como ubicación de
la Capitanía General, albergando años después además de la delegación del
Gobierno central en Andalucía y al mismo tiempo el Museo Militar de Sevilla.
Hoy en día alberga a la subdelegación de gobierno de España.
También
cabe destacar la existencia de una sala de teatro dentro de la Capitanía
General.
ESCENARIO DE PELÍCULAS
Dada
su belleza arquitectónica, la plaza de España ha sido utilizada en múltiples
ocasiones como escenario de películas. En este sentido la Academia de Cine
Europeo la ha elegido como Tesoro de la Cultura Cinematográfica Europea,
distinción que otorga a espacios y localizaciones cinematográficas de
naturaleza simbólica de gran valor histórico para el cine.
Entre
las producciones más destacadas rodadas se encuentran:
- Lawrence de Arabia (1962): la plaza representaba el cuartel general del ejército británico en El Cairo.
- El viento y el león (1975): protagonizada por Sean Connery, aparece la plaza mientras unas tropas desfilas.
- Star Wars Episodio II: El ataque de los Clones (002): de la saga de La Guerra de las Galaxias, la plaza representa el planeta Naboo, aunque el escenario de la filmación fue modificado digitalmente.
- El dictador (2012): dirigida y protagonizada por Sacha Baron Cohen, la plaza es la mansión del dictador modificada digitalmente.
Además
se han rodado otras cintas menos conocidas como a película española Manuel y
Clemente (1986) y la producción de
Bollywood Akhil (2015).
OBRAS DE RESTAURACIÓN
La
plaza de España fue objeto de un importante peor ceso de restauración que
finalizó el 17 de octubre de 2010 con una serie de actos conmemorativos para su
reinauguración. Con estas actuaciones se pretendió recobrar la imagen con la
que fue concebida por su autor, Aníbal González, para la Exposición
Iberoamericana de 1929. Se recuperaron veinte farolas de cerámica y de
fundición. Las de cerámica tienen su sitio en las balaustradas exteriores y las
farolas de fundición repuestas decoran el interior. Así mismo, se actuó sobre
la ría, que durante toda la restauración había permanecido seca, y volvieron a
ellas las barcas de alquiler. También se realizaron labores de rehabilitación
en la cerámica vidriada ubicada en la parte baja de la plaza, que fueron realizadas
por empresas especializadas. En 2011 fue colocada una estatua de broce del
arquitecto Aníbal González frente a la plaza, con un basamento de granito y una
rampa, creándose la glorieta a nombre de Aníbal González, el auténtico creador
de esta maravilla arquitectónica que es la Plaza de España de Sevilla, orgullo
de la capital hispalense.
(Ver interesante colección gráfica de
este reportaje en GALERIA DE FOTOS)