TORDESILLAS



MEMORIA DE LA REINA JUANA DE CASTILLA



Situada al suroeste de Valladolid (Comunidad de Castilla y León) y a orillas del río Duero, es una localidad que cuenta con un importante legado histórico, no en balde desde el siglo XIV fue denominada “ciudad de reyes” y ostenta diferentes títulos como “muy ilustre”, “coronada” y “leal y nobilísima villa”.
Aunque no se sabe a ciencia cierta el origen de Tordesillas, en sus alrededores se han encontrado asentamientos que datan de la segunda edad del hierro. Es muy probable que en sus cuevas se asentaran tribus íberas y celtas allá por los siglos V y III a.C.
El nombre de Tordesillas ha dado lugar a frecuentes debates en torno a su etimología. Unos dicen que dataría de época romana y hablan del procónsul romano Quinto Cecilio Metelo como posible fundador de la ciudad hacia el año 83 a.C., el cual podía haber mandado construir una torre para honrar al dictador romano Lucio Cornelio Sila. Esta torre podría ser la vulgarmente conocida con el nombre de Torreón de las Acercas o Torre de Sila. De ser así habría sido erigida como la construcción más antigua de la ciudad, fechada hacia el año 63 a.C., derivando el nombre de Tordesillas de Turris-Syliae que significa fortaleza de Sila, aunque algunos autores opinan que este torreón no sería más que uno de los cubos de la antigua muralla que rodeaba la ciudad, y de la cual apenas quedan unas pocas ruinas.
Sin embargo, la opinión más aceptaba es la que sitúa el origen de Tordesillas en la Edad Media, cuando aparece por primera vez como Autero de Sellas en un documento del año 909 en una permuta realizada por el rey Alfonso III con Sarraceno, Falcón y Dulquito de la villa de Alkamin de termino de Autero de Sellas usque in valle de Cea. Desde ese año viene nombrada de tal forma así como Oterdesiellas.

CUAJADA DE HISTORIA
En origen fue un alto escarpe fortificado que servía de vigilancia a los campos yermos de alrededor que constituían parte de la Extremadura castellana. Había otros puntos en igual altura que servían también de vigilancia, tales como Zamora, Toro y Simancas.
En el siglo IX, García, el hijo mayor de Alfonso III, continuó la labor de repoblación de estas tierras desde León a través de Tierra de Campos y Montes Torozos. Ocupó el Otero que más tarde sería Tordesillas y desde allí dirigió y centralizó la repoblación con mozárabes y gentes llegadas desde Asturias y León. De esta manera puede decirse que el nacimiento de Tordesillas fue de origen astur-leonés.
Con la aparición del terrible Al Mansur por estas tierras hubo un gran retroceso y despoblación hasta que, posteriormente, ya en el siglo XI, empezó una lenta recuperación con el conde castellano Sancho García al frente. En el siglo XII, pertenecía al obispado de Palencia, cuyos obispos tenían palacios dentro de los muros de esta plaza fuerte.
Durante la Edad Media estaba integrada en la Merindad del Infantazgo de Valladolid, una división administrativa de la Corona de Castilla, cuya descripción figura en el libro Becerro de las Behetrías de Castilla, redactado por las Cortes de Valladolid de 1351, cuando el testamento de los hidalgos solicitó al rey Pedro I la desaparición de las behetrías mediante su conversión en tierras solariegas.
Tras derrotar a los musulmanes en la batalla del Salado, Alfonso XI mandó construir el primer palacio real, que su hijo Pedro I regaló a sus hijas para transformarlo en convento. A principios del siglo XV, Enrique III volvió a preferir esta villa como residencia y ordenó construir un segundo palacio real, en el que a su vez estuvieron los Reyes Católicos, siendo asimismo e lugar donde cartógrafos y embajadores de Castilla y Portugal firmaron el famoso Tratado de Tordesillas, algún tiempo después de ser descubierto el Nuevo Mundo.
El año de 1509, la ciudad recibió un extraño cortejo encabezado por la reina doña Juana I de Castilla y con ella viajaba el féretro con los restos mortales de su esposo.
Tordesillas era un destino ya conocido por don Fernando pues con anterioridad había residido junto con doña Germana de Foix, además se trataba de un emplazamiento con un determinado prestigio. Cierto que el palacio no era lujoso en exceso, pero sí bastante amplio. El lugar idóneo donde el taimado rey don Fernando culminaría su más deleznable traición.
La reina doña Juana, siempre confiada, llegó a creer que aquella parada en Tordesillas era un nuevo alto en el camino hacia Granada. Lo que no podía ni tan siquiera llegar a imaginar era que, su propio padre, ya había tramado que aquella sería su prisión para el resto de sus días. Juana I de Castilla fue recluida en Tordesillas en 1509, permaneciendo allí encerrada hasta su muerte en 1555, cuarenta y seis años después.
Por aquel entonces existían en Tordesillas buenas casas y habitadas todas ellas por gentes distinguidas. Situada en una comarca muy rica y con excelentes tierras de labor, además el hecho de estar ubicada en la margen de un importante río como es el Duero, no sólo le daba mucha vida, sino que también le proporcionaba una interesante pesca.
Cabe recordar que tenía hasta seis parroquias, siendo la más importante la de San Antolín, cerca del río y del palacio real. Durante aquella época se estaba empezando a construir la que más adelante se convertiría en la iglesia más importante: Santa María la Mayor.

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
El entramado urbano se organiza a partir de dos calles perpendiculares que terminan (o empiezan) en la plaza mayor, siguiendo el esquema de los campamentos romanos. Tordesillas, no obstante, se ha expandido bastante en los últimos años.
PLAZA MAYOR
Su estructura actual data del siglo XVII. Es un perfecto cuadrado al que acceden las entradas de cuatro calles. Esta toda ella porticada y las casas de dos pisos de altura tienen abajo los locales de las tiendas. Las fachadas presentan grandes ventanales y balcones, diseñados especialmente para presenciar desde ellos fiestas y espectáculos. Es una típica plaza castellana donde se encuentra el Ayuntamiento.
EL PUENTE
Sobre su origen no existe referencia alguna. El apuntamiento de sus arcos parece indicar su origen medieval. Es una gran obra de sillería, tiene diez ojos, y entre los arcos lleva tajamares de planta triangular. En el siglo X se sabe que había un puente, pero el edificio actual tiene sus orígenes en una profunda remodelación del siglo XV. La fuerza de la corriente obligó a su consolidación en los siglos XVI y XVIII. La villa y su puente eran paso obligado de caminos que unían el noroeste de la Península con el centro, facilitando el cruce por el ancho y caudaloso río.
LAS CASAS DEL TRATADO
Construcción declarada Bien de Interés Cultural en 1996. Sus dos palacios unidos, donde la tradición sitúa las negociaciones entre Castilla y Portugal, y que concluyeron con la firma del famoso Tratado de Tordesillas el 7 de junio de 1494. El piso bajo está construido con grandes sillares y los dos pisos superiores con ladrillo. Presentan dos momentos de construcción distintos en el tiempo. La casa más antigua es de finales del siglo XV y en ella tuvieron lugar las negociaciones del histórico Tratado, pactándose por primera vez en la historia, fronteras en tierra y mar, admitiendo una nueva concepción de división territorial que determinaría la actual configuración de América. Los efectos de aquel Tratado de Tordesillas se dejaron sentir durante siglos y llegaron a marcar los límites entre el idioma español y portugués. Sobre la puerta de esta Casa del Tratado se encuentra el escudo real de los Reyes Católicos, y los escudos heráldicos de los propietarios, Alfonso González de Tordesillas y Leonor de Ulloa. La otra casa es de la segunda mitad del siglo XVII y su gran volumen y nobleza de elementos demuestran que perteneció a una familia ilustre. Fueron restauradas con ocasión de la conmemoración del V Centenario del Tratado de Tordesillas. En la actualidad, el edificio se utiliza con fines culturales y turísticos.
PALACIO REAL (desaparecido)
Una de las edificaciones más importantes de Tordesillas fue su Palacio Real, sede temporal de las cortes itinerantes de las diferentes monarquías castellanas, y especialmente  destacable por ser el lugar donde estuvo la reina doña Juana I de Castilla cautiva durante 46 años. Convertido el palacio de Alfonso XI y Pedro I en convento de clarisas, el rey Enrique III decidió construir otro palacio en las proximidades del anterior, asomado hacia el río Duero y con espléndidas vistas. Su perímetro era rectangular y estaba construido con mampostería y tapial, y con dos pisos de altura. Tenía tres puertas, la principal, al sur mirando al río, otra al oeste, en la calle San Antolín, y la tercera al norte frente al palacio de los Alderete. Tenía también un corredor exterior que discurría por la fachada sur y más de la mitad de la fachada oeste, continuando como pasadizo elevado sobre la calle para comunicar con la iglesia de San Antolín. En el centro de la fachada sur, había una torre de planta cuadrada con tres cuerpos de altura y corredor en el último, que se utilizaba para la vigilancia.
Las estancias estaban cubiertas por artesonados de madera y sus paredes con ricos tapices. Se disponían en torno a dos patios y una huerta al este. Debido a la mala calidad de los materiales de construcción, precisó de continuas reparaciones.
Tras la muerte de la reina doña Juana, el edificio fue abandonado, y a pesar de realizar reparaciones para evitar su estado ruinoso, fue derribado en el año 1773 durante el reinado de Carlos III.
MURALLA
Rodeaba toda la villa y tenía un carácter fiscal y militar. Estaba construida en piedra, ladrillo y tapial. Sólo se conserva en la parte occidental, una torres llamada “Torre de Sila” en la que se abre un portillo en arco apuntado, que delata su origen medieval. También quedan lienzos en el este y en el oeste totalmente reconstruidos. La muralla contaba con cuatro puertas principales, que coincidían con los cuatro puntos cardinales. Al sur la Puerta del Puente, al este la Puerta de Valladolid o Puerta de la Villa, al norte la Puerta del Mercado y en el oeste la Puerta Nueva.
MONASTERIO DE SANTA CLARA
Está edificado sobre el antiguo palacio mudéjar llamado Pelea de Benimerín (que a su vez se edificó sobre otro árabe). Fue mandado construir en 1340 por Alfonso XI de Castilla después de su triunfo en la batalla del Salado, financiado por el botín obtenido en dicha batalla. De esta manera conmemoró la victoria sobre los benimerines africanos que habían llegado a Granada requeridos por Mohamed I, vasallo de Castilla. Su hijo Pedro I lo arregló, cediéndolo en 1363 a sus hijas Beatriz e Isabel para que lo transformaran en un convento.
IGLESIA DE SAN ANTOLÍN
Iglesia-Museo donde están recogidas y expuestas una serie de piezas artísticas de la propia iglesia y de otras varias de la villa, entre las que destaca la tumba de los Alderete. Sus naves están cubiertas de bóvedas de crucería estrelladas y nervaduras que descansan sobre ménsulas en forma de ángeles. Lo más destacable es la capilla de los Alderete, que posee una balaustrada con pináculos de estilo gótico flamígero.
IGLESIA DE SANTA MARIA
Declara Bien de Interés Cultural en 1983. Su estructura es gótica, pero a finales del XVI se replanteó en estilo clasicista emanado de El Escorial. Por tanto, la cabecera y dos primeros cuerpos de la torre son de estilo gótico, y el resto de estilo escurialense, llegando sus modificaciones hasta el siglo XVIII. Es la iglesia más grande de la villa, aunque no la más antigua, construida en piedra y ladrillo. Tiene una sola nave, dividida en cuatro tramos sobre arcos  fajones y pilastras toscanas que se cubre con bóveda de cañón con lunetos decorada con yeserías clasicistas. Cuenta con tres portadas. La torre, de base cuadrada, constituye el punto de vigía de Tordesillas debido a su gran altura. Se construyó entre los siglos XVI y XVIII con base gótica y evolución clásica gótica. Tiene un valioso retablo mayor trazado por Pedro y Juan de la Torre, en 1655. Preside en el centro la talla de la Asunción con camarín al que se puede acceder, posible obra de Juan Rodríguez. Tiene además varios lienzos, algunos firmados, Cuenta la iglesia con un buen órgano del siglo XVIII.
IGLESIA DE SAN PEDRO
Gótica del siglo XVI con planta rectangular de tres naves conformadas por grandes columnas romboidales. El edificio está hecho en sillería menos el segundo cuerpo de la torre que está realizado en ladrillo. Lo más importante es la capilla de San Gaitán, con una cúpula linterna y con cubierta de pizarra. Su retablo tiene columnas salomónicas y lo preside la imagen de la Vrgen del Carmen, de la escuela de Gregorio Fernández.
CASAS Y PALACIOS
Testimonio de la actividad cortesana que dominó la villa desde tiempos medievales, son sus casas  palacios, vestigios de su esplendor del pasado. Se encuentran situadas a lo largo de las cuatro calles que parten de la Plaza Mayor, y la mayoría datan del siglo XVI, momento de mayor auge de la villa. Son edificios generalmente de dos plantas. Piso inferior de piedra de sillería y pisos superiores con ladrillo o tapial, rematados por un alero de madera y entradas con arcos de medio punto de grandes dovelas. Destacan: Una casa situada en la plaza de Roma, junto a la iglesia de San Pedro, en la que caben mencionar sus rejas del siglo XVI. El Palacio fortificado de los Alderete, que es una casa situada en la calle San Antolín, toda de piedra con aspecto de fortaleza por sus almenas. Perteneció a la poderosa familia Alderete (Don Pedro González de Alderete fue regidor de la villa en el siglo XVI).
Asimismo, cabe citar las iglesias de Santiago, que cuenta con una talla importante de la Inmaculada de la escuela granadina; y la iglesia de San Juan.

FIESTAS
Las fiestas mayores de Tordesillas tienen lugar en el mes de septiembre, aunque los días son variables cada año. Se celebran en honor de Nuestra Señora la Virgen de la Peña, patrona de la Villa y Tierra de Tordesillas, cuya ermita se encuentra al otro lado del río y a la que se llega en romería con carros y caballos enjaezados.
A destacar el desfile de faroles donde participan todas las peñas con sus charangas, compitiendo entre ellas para llevarse el premio al farol más lujoso. Dicho desfile recorre toda la villa.
Hay que destacar las celebraciones durante la Semana Santa, consideradas de Interés Turístico. Durante estos días las calles se convierten en auténticos museos y las obras escultóricas de grandes artistas que dormían en sus templos, recuperan vid y se acercan al espectador. Las procesiones muy probablemente ya eran celebradas antes de 1345, puesto que en ese año ya está documentada la Orden del Sepulcro que tenía a su cargo un Santo Cristo.
El evento más sobresaliente hasta hace poco  era el Torneo del Toro de la Vega. Dicho torneo se regía por normas propias. Se soltaba un toro bravo en dirección a la vega, donde un grupo de lanceros intentaban matar al toro antes de que saliera de los límites establecidos. Si esto ocurría, el toro era indultado y conservado para la monta en la ganadería de Tordesillas. Esta tradición era originaria de la Edad Media, cuando era una costumbre que los nobles celebraran los casamientos invitando a la gente de más alta cuna, realizando torneos de justas. La tradición se convirtió en costumbre y dio lugar a la suelta de reses en la plaza mayor de la villa y un torneo entre un caballero montado y la res más brava.
Sin embargo hubo algunas protestas, y al final la Junta de Castilla y León, a petición de algún grupo de manifestantes que se manifestó en contra de la celebración de la fiesta, optó por prohibirla. Con tal decisión, acabó por desaparecer una de las tradiciones más arraigadas en Tordesillas desde hace siglos.

MERCADO MEDIEVAL
Durante el primer fin de semana del mes de octubre, Tordesillas retorna al medievo.
Estandartes y pendones cuelgan de los balcones del casco histórico de la villa, mientras músicos, malabaristas, saltimbanquis, comedores de fuego, señores feudales, damas, príncipes y princesas, monjes, labriegos, soldados, brujas, mendigos, trovadores y un sinfín de personajes realizan entretenidos y coloristas pasacalles. Los tordesillanos participan ataviados con trajes adecuados para la ocasión y son muchos los artesanos de toda España que se dan cita en esta celebración y aprovechan este singular escaparate para promocionar sus productos.
El visitante que se acerca hasta la villa para vivir de cerca esta fiesta medieval, puede vestirse de época, deambular por sus animadas calles, disfrutar del ambiente y, según los entendidos, quien sabe si puede encontrarse con la propia reina doña Juana, libre de cautiverio y recorriendo el mercado medieval. No en balde doña Juana sigue siendo un personaje que a través de los siglos sigue manteniendo estrechos vínculos con Tordesillas.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)