USA : EL LEGENDARIO OESTE

Desde el espectacular desfiladero del Gran Cañón hasta las nevadas cumbres de las Rocosas, y de los inmensos bosques de Yellowstone a los límites sureños con Texas… se extiende el mítico Far West americano. Antaño tierra de indios navajos, buscadores de oro y arriesgados vaqueros, conserva la primitiva e inhóspita belleza de sus paisajes montañosos y agrestes, de abismos cromáticos con cálidos desiertos y gigantescas gargantas. Una maravilla natural y salvaje.
Su grandiosidad ha convertido hoy estas regiones en lugares de indudable cita para cualquier viajero ávido de sensaciones.
Los relatos de muchos novelistas y, por supuesto, el fantástico mundo del cine, han contribuido a dar a conocer aún más, si cabe, estos extraordinarios parajes transformados en atractivo destino vacacional. A manera de singular contraste, junto a rincones que evocan el recuerdo de mil aventuras, existen ¡como no! ciudades cosmopolitas, modernas y llenas de todos los incentivos y confort deseables, tales como Denver, Phoenix, Salt Lake, Cheyenne, Tucson… Sin embargo, quienes llegan hasta estos bellísimos enclaves, en su mayoría lo hacen atraídos por el sugestivo y extraño encanto que supone extasiarse en la contemplación de las montañas, desfiladeros, ríos, valles y praderas que fueron escenario de las más peculiares historias en un pasado no muy lejano.
Ahora, los enormes rebaños de ganado, el ferrocarril, los multicolores rodeos, reservas de indios y grandes caravanas, de alguna manera hacen revivir las costumbres y tradiciones de unas gentes que, sin lugar a dudas, jugaron un papel fundamental en la época de colonización.
COLORADO
Con las Montañas Rocosas como fondo incomparable, Colorado supone un punto turístico de evidente interés durante todo el año, máxime considerando su clima moderado y los diversos alicientes que el visitante siempre suele encontrar.
Denver, la capital, antigua ciudad minera, es hoy una moderna metrópoli que cuenta con excelentes alojamientos y centros nocturnos de esparcimiento, amén de convertirse en lugar idóneo de partida para quienes pretenden disfrutar de unas vacaciones en la nieve.
Algunas de las mejores pistas de esquí del país están precisamente aquí, en Colorado, en la mayoría de parques nacionales y bosques de la parte más montañosa, tal es el caso de Aspen, al suroeste de Denver, donde el aficionado a los deportes de invierno encuentra todo un abanico de oferta al respecto. También hay otros centros de esquí y de verano como los de Telluride, Purgatory y Tammaron, sin olvidar los más próximos a la capital (Breckenridge, Keystone, Cooper Mountain, etc…).
En la parte centroriental se halla Colorado Springs y a veintiún kilómetros Pikes Peak, donde puede efectuarse un singular trayecto de ferrocarril hasta la cima (4.341 metros) partiendo de Manitou Springs.
El llamado “Jardin de los Dioses” es otra asombrosa área, donde sus formaciones de roca arenisca ofrecen unas panorámicas inolvidables, siendo también de visita casi obligada el museo de Buffalo Bill en el que se reproducen personajes y escenas del mítico Oeste.
Las moradas indias en los acantilados del parque nacional Mesa Verde, en el suroeste del Estado, los hermosos cañones de Royal Gorge en el sur, con los impresionantes saltos de agua sobre el río Arkansas, sin olvidar los monolitos de roca y abruptas gargantas que realzan el Monumento Nacional Colorado, así como el Cañón Negro de Gunnison, constituyen una amplia gama de ofertas que el viajero no puede pasar por alto.
ARIZONA
Adentrarse en el Gran Cañón es tanto como hacerlo en un mundo fascinante, en un sueño multicolor en el que los contrastes de luz y paisaje juegan un papel determinante y donde contemplar sus maravillas naturales, ya de por sí supone adquirir una interesante experiencia. Este parque nacional es el más extenso y asombroso desfiladero del Nuevo Mundo, está situado al norte, cerca de Flagstaff, y se extiende a lo largo de 360 kilómetros, con una anchura de casi 16 kilómetros y una profanidad de hasta 1.700 metros. Sus sedimentos en rojo, amarillo, verde… provocan fascinantes escenarios.
En el parque de la tribu navajo Monument Valley aún hoy puede observarse a los descendientes de los auténticos habitantes de esta región, quienes en su mayoría, pese a haber evolucionado, siguen manteniendo algunas de sus costumbres más ancestrales.
Pueden, asimismo, efectuarse recorridos en vehículo todo-terreno por algunas áreas, lo cual es tan excepcional como recomendable.
La capital del Estado, Phoenix, ubicada en el Valle del Sol, ofrece al recién llegado un amplio repertorio de galerías, museos, tiendas e instalaciones recreativas. Los lugares donde puede comprarse artesanía india son en verdad extraordinarios.
Tucson es la segunda ciudad más importante de Arizona, a 185 kilómetros al sudeste de Phoenix, mientras que el legendario Tombstone es uno de los pueblos más conocidos del viejo Oeste americano, por ser donde tuvo lugar el duelo entre el sheriff Wyatt Earp y los Clanton en el O.K. Corral, inmortalizado por el séptimo arte en tantas ocasiones.
WYOMING
El Estado vaquero por excelencia (la ganadería es su riqueza más importante) está rodeado de altas cumbres, abiertas llanuras, bosques y lagos de montaña. Debido a su proximidad con las Rocosas, las temperaturas suelen ser más frescas y en invierno puede practicarse el esquí en algunas zonas.
Yellowstone es el primer parque natural de Estados Unidos, cubre 8.900 kilómetros cuadrados y su constante actividad termal provoca la maravilla de los géiseres, cálidas fuentes vaporosas, profundos cañones y rugientes cataratas. Además, este parque está habitado por muchas especies de mamíferos (oso negro y pardo, alce bisonte, antílope) así como de aves.
Al sur, el parque del Grand Teton no hay que perdérselo, ni tampoco la ciudad de Jackson, con casas y aceras de madera donde aún parecen resonar las botas vaqueras en medio de un ambiente en el que da la impresión de que no hayan transcurrido los años. Un rincón al más puro estilo del Far West.
UTAH
Salt Lake City, cerca del Gran Lago Salado, es la urbe más importante y puerta de entrada a este Estado inmerso, por así decirlo, en el corazón de las Rocosas, lo cual le confiere a todo lo largo y ancho de su territorio una belleza incomparable.
Los parques nacionales abunda y en ellos puede recrearse el turista ávido de contactar con la naturaleza virgen. Rutas, senderos y zonas silvestres donde efectuar excusiones, gargantas, escarpes, lagos, antiguos poblados indios… desde Canyonlands, al este del río Colorado, hasta el Zion, pasando por el parque de Arches, el Cañón Virgen River o el Capitol Reef, son gratificantes escenarios en suma, donde es posible pescar, efectuar travesías en pequeñas embarcaciones, acampar y desarrollar todo tipo de actividades deportivas, navegación en balsa, esquí acuático, etc…
NUEVO MEXICO
Desiertos, lagos, bosques y montañas donde se encuentran antiguas moradas indias… compiten con rascacielos, populosas ciudades, aeropuertos y carreteras, todo ello camino del sur, en el Estado de Nuevo México.
Albuquerque, fundada por familias españolas que colonizaron el fértil pastizal junto al Río Grande, es una de las urbes más llamativas y cosmopolitas, por supuesto, sin dejar a un lado Santa Fe, la capital, situada a 94 kilómetros al norte.
Infinidad son los puntos que merecen una detenida visita (Shiprock, el parque de Cavernas Carlsbad, Four Corners…), no obstante, hay que prestar una especial atención al pintoresco pueblo de Taos, situado en una meseta sobre el Río Grande y bajo la sombra púrpura de las cimas Sangre de Cristo, el cual fue punto de encuentro de los rudos pioneros del viejo Oeste.
Colorado, Arizona, Wyoming, Utah, Nuevo México… antaño las praderas, valles y montañas donde habitaban los indios navajos, los dueños y señores de estas tierras, configuran un entorno incomparable en el que la realidad aún se sigue confundiendo con las leyendas de pioneros y pieles rojas.
En la actualidad, más de un siglo después, viajar al Oeste americano puede significar también vivir la más apasionante de las aventuras.