TRAS LAS HUELLAS DE BUDA


Hace alrededor de veinticinco siglos un hombre adoptó la vida ascética y errante en lo que hoy es el norte de la India. Su búsqueda terminó con el hallazgo de determinadas respuestas que han ido pasando a través de generaciones, interpretándose una y otra vez hasta formar una de las grandes tradiciones religiosas vivas.
Desde tiempos inmemoriales se ha considerado que Oriente es una fuente de ideas universales y profundas en torno a la mente, el cuerpo y el mundo que nos rodea. El budismo se ha convertido en algo más que una religión: su impacto cultural y filosófico lleva levantando ecos en el sur y sureste de Asia, y se ha extendido hasta Occidente, donde se han ido acogiendo las tradiciones orientales en un intento de reflexionar, tratar de resolver inmensas dudas, huir de las tribulaciones y alcanzar el sosiego al mismo tiempo hasta encontrar la auténtica paz interior. Una búsqueda de la felicidad eliminando el sufrimiento y ordenar los contrastes y confusiones de la vida.
Seguir los pasos de Buda se ha convertido en una atractiva ruta para cualquier viajero que pretende percibir la sosegada sensibilidad de un mundo tan exótico como lejano y anclado a años luz de nuestra civilización. Una interesante experiencia que supone una fuerte sacudida al escepticismo y, por supuesto, a nadie deja indiferente.
Antes de iniciar un recorrido por la mayoría de los países con influencia budista, cabe dejar constancia de que en la población afgana de Bamiyan, ubicada en la legendaria -Ruta de la Seda-, lugar donde estaban las famosas y monumentales esculturas de Buda, el régimen de los fanáticos talibanes en marzo de 2001 destrozaron con explosivos el que estaba considerado como auténtico tesoro artístico y parte de la herencia cultural del mundo.
Al parecer, un estudio fotométrico realizado en 1970 permitirá reconstruir todo el conjunto monumental.
NEPAL
En la región sur del país, el Terai, y más concretamente en la antigua ciudad de Kapilavastu fue donde se encontraron las marcas que identificaban al niño bodhitsattva, (en el antiguo palacio de Siddharta) y en el jardín de Lumbini el lugar donde su madre lo alumbró.
El emperador Ashoka que visitó Nepal en el siglo III a.C. mandó construir una estupa y una columna con inscripciones en Lumbini.
A las afueras de Katmandú, la estupa de Svayambunhath es un magnífico ejemplo de arquitectura budista nepalí y lugar objeto de peregrinación.
La población de Bodnath, cerca de la capital nepalí, es un feudo budista por excelencia y existen en ella diferentes monasterios.
INDIA
En el corazón del antiguo reino de Magadha y a unos quince kilómetros de Gaya (en el estado de Bihar), se levanta el árbol peepal, bajo el cual hace más de dos mil años Siddharta Gautama estuvo meditando hasta convertirse en Buda, “El Iluminado”.
El árbol que puede verse en la actualidad se dice que proviene del original bajo el cual meditó Buda, de ahí que Bodhgaya se haya convertido en el principal enclave de peregrinación. Por su parte, el templo de Mahabodhi también está considerado como el lugar más sagrado elevado a la gloria del “Iluminado”. En el interior del santuario se encuentra una imagen dorada que es objeto de gran veneración, mientras que en las paredes están esculpidas diferentes facetas de su vida y a lo largo de la balaustrada de piedra se le muestra en una de sus previas reencarnaciones y sus también veneradas huellas están llenas de ofrendas florales.
A escasos kilómetros de Varanasi se ubica Sarnath (Estado de Uttar Pradesh) donde, según la tradición budista, tuvo lugar en el “Parque de los Ciervos” el primer sermón de Buda a sus cinco primeros discípulos, después de haber alcanzado la iluminación.
Sarnath se convirtió entonces y sigue siendo lugar de peregrinación, donde hoy se conserva un recinto arqueológico que alberga ruinas de varios periodos históricos y un importante museo donde se encuentran el llamado -Buda de Sarnath-, de época gupta, y el capitel del emperador Ashoka que está considerado el emblema de la nación india.
Muy posiblemente el monumento budista más hermoso existente en India sea la gran estupa de Sanchi, en el Estado de Madhya Pradesh.
A unos tres kilómetros de la ciudad de Aurangabad (Estado de Maharashtra) se encuentran unas cuevas budistas excavadas entre los siglos III y IX, aunque las más famosas son las de Ajanta y Ellora. Las soberbias pinturas existentes en las cuevas de Ajanta son las más antiguas y todas ellas son budistas. Las cuevas están excavadas en la pared de una profunda garganta rocosa y su aislamiento durante siglos contribuyó a que gozaran del buen estado de conservación que tienen las pinturas. Cinco de las cuevas son chaityas (templos), mientras que las veinticuatro restantes son viharas (monasterios).
El tema de los frescos budistas de Ajanta (200 a.C. a 600 a.C.) se centra en los pasajes de la vida de Lord Buda.
En Ellora de las 34 cuevas existentes, sólo 12 son budistas. La obra maestra de este lugar es el templo de Kailash.
En el Himalaya, el valle de Ladakh, fronterizo con China, está plagado de monasterios budistas tibetanos, de hecho en Leh, su capital, existe un palacio muy semejante al de Potala en Lhasa. En el otro extremo y fronterizo con Nepal, el antiguo reino de Sikkim cuenta también con numerosos monasterios perdidos entre las montañas.
En octubre de 1950 se produjo la invasión del Tíbet. Años después, en 1959, estalló una revuelta popular y tanto el pueblo como los lamas fueron de nuevo sometidos brutalmente. El Dalai Lama acompañado de más de cien mil tibetanos marchó al exilio y fue acogido en Dharamsala (India), donde sigue residiendo en la actualidad junto con todos los refugiados que, año tras año, consiguen huir a través de las montañas. En la actualidad Dharamsala se asemeja más a un pueblo del Tíbet que no a la propia India.
BHUTAN
El budismo mahayana lo practica la casi total mayoría del país. Los templos y monasterios están cerrados a los extranjeros, excepción hecha de unas fechas determinadas al año.
TÍBET
El budismo que llegó de la India bien pronto se integró en la cultura tibetana y al sufrir la península indostánica las invasiones musulmanas, el Tíbet se convirtió en el único lugar del mundo donde se practicaba el budismo tántrico.
Durante los siglos posteriores, los lamas se preocuparon de mantener aislado al país, especialmente su capital, Lhasa, por razones religiosas, tratando de mantenerle a salvo de los extranjeros.
A pesar de la magnitud del Potala, el verdadero encuentro de los peregrinos que llegan a Lhasa se produce en el templo de Jokhang, situado en el corazón de la vieja ciudad. Se trata de uno de los enclaves emblemáticos del budismo tibetano y su mayor grandeza es la espiritual
La imagen de Buda que en él se venera fue decapitada durante la invasión china. Ha sido reconstruida y es la imagen más sagrada del Tíbet.
En el interior del Jokhang el vértigo del paso del tiempo asalta a cada paso y el misticismo y la religiosidad se hacen patentes en todo momento.
Al igual que en el Jokhang, en el monasterio de Drepung la atmósfera de misterio envuelve de forma irremediable y lo mismo sucede en el palacio de Norbulingka (la que fuera residencia de verano del Dalai Lama), la universidad monástica de Sera, al norte de la capital o en los barrios antiguos de Xigatze, la segunda ciudad del país.
SRI LANKA
En el templo de Kandy, la que fue última capital de los reyes cingaleses, se guarda en un sagrario de oro la considerada como reliquia más preciada, un diente de Buda.
Mientras que Anuradhapura evoca la austeridad del primer budismo cingalés, el emplazamiento de Polonnaruwa ofrece una magnífica visión de la escultura y la arquitectura medievales en el conjunto monumental de Gal Vihara. La escultura yaciente del paranirvana (nirvana completo) de Buda y la figura tallada en roca de Ananda, de pie, junto a la cabeza de su maestro, son una auténtica joya en la arquitectura oriental, una obra sorprendente de la iconografía budista.
MYANMAR
Vecina geográficamente de la India, la antigua Birmania recibió también una fuerte influencia budista.
A destacar los monasterios que proliferan en los alrededores de Mandalay (la blanca pagoda de Settawya guarda una huella del pie de Buda), los templos de Pagan y las estupas de Shwedagon y Sule, dos joyas arquitectónicas budistas en la capital Rangoon.
L A O S
Este país ha sido hasta hace bien poco uno de los rincones más olvidados de Asia y de ahí que se experimente el budismo con mayor intensidad, especialmente en Louang Prabang. En la capital, Vientiane, existen también importantes templos como los del Wat Si Saket, el más antiguo de todos, o bien el Wat Phra Keo que alberga la imagen del Buda Esmeralda. El Buda reclinado de Wat Xieng Khwan es uno de los más venerados en todo el país.
CAMBOYA
En las poblaciones situadas en las inmediaciones del Mekong abundan los templos budistas. Muy a tener en cuenta el -Jardín de los Budas- en Phnom Srey, cerca de la ciudad de Kampong Cham.
La mayor muestra de la escultura budista camboyana hay que encontrarla en los magníficos templos de Angkor. Una maravilla arquitectónica.
VIETNAM
El budismo mahayana coexiste con el theravada y  llegó a Vietnam desde la India. En Ho Chi Ming, la vieja Saigón, la pagoda Giac Lam es la más antigua e incorpora también aspectos del taoísmo y el confucianismo. La pagoda Giac Vien es muy similar.
Existen otras tres muy relevantes. La pagoda del Emperador de Jade es una joya de templo chino; la de Vinh Nghiem destaca por su torre de ocho pisos y la de Xa Loi es importante por ser depositaria de una reliquia de Buda.
TAILANDIA
En un país de mayoría budista theravada resulta fácil encontrar vestigios por todas partes. En Bangkok destaca el templo de Wat Arun junto al río Chao Phraya con su Buda que pesa más de cinco toneladas y la escultura yaciente del Wat Po, el templo mayor y más antiguo de Bangkok, sin olvidar el Buda Esmeralda del Wat Phra Keo en el interior del recinto del Gran Palacio.
Para respirar el fervor budista muy interesante visitar el núcleo histórico de Ayutthaya, además de Sukhothai y en el norte las poblaciones de Chiang Mai, Chiang Rai y Mae Hong Son, cerca de la frontera con Myanmar.
CHINA
Uno de los lugares budistas más notables por la simplicidad de sus inmensos Buda tallados en piedra es Yung-kang.
De una época posterior son las tallas monumentales de los Buda existentes en los acantilados de piedra caliza del río Lung-men (siglos V-VI).
JAPON
Después de China es el país con mayor número de budistas practicantes. Desde el año 710 numerosos templos y monasterios fueron construidos en la antigua capital de Nara, gran centro de la historia budista en el Este de Asia (especial atención al templo Todai-ji y el Salón Dorado del Horyuji).
Por lo que respecta a la vieja Kyoto, considerada como la capital cultural del país, en ella se conservan numerosos templos de la tradición zen.
INDONESIA
Ubicado en la provincia de Java Central y a unos cuarenta kilómetros al noroeste de Yogyakarta, la excepcional estupa de Borobudur relacionada con la tradición mahayana, es el monumento budista mayor del mundo. Consta de seis plataformas cuadradas (Rupadhatu) coronadas por tres plataformas circulares (Arupadhatu), decoradas con 2.672 paneles de relieve y más de quinientas estatuas de Buda. Está considerada como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
En el siglo XIII con la llegada de Marco Polo a la corte de Kublai Kan se tuvo la primera referencia del budismo en el continente europeo. Un largo periodo de silencio vino a continuación, hasta que a mediados del siglo XIX aparecieron en París y Londres unos manuscritos mahayana procedentes del Tíbet y Nepal.
El budismo hacía su entrada en Occidente.