F O N T A I N E B L E A U



LUJO Y ESPLENDOR EN LA CORTE FRANCESA
Fontainebleau es una ciudad del área metropolitana de París. Se encuentra a 55,5 kilómetros al sureste del centro de la capital francesa, en el departamento de Sena y Marne.
Junto con la vecina Avon y otras tres ciudades más pequeñas, forman un área urbana de alrededor de 40.000 habitantes. Esta área urbana forma parte de las ciudades satélites de París.
Fontainebleau es conocida por su hermoso y enorme bosque, uno de los rincones favoritos de los parisinos para el fin de semana, así como por el histórico Palacio Real de Fontainebleau, que atrae a cientos de turistas todos los años.

EL PALACIO DE FONTAINEBLEAU
Se trata de uno de los mayores palacios reales franceses. Actualmente refleja las aportaciones constructivas y decorativas de varios monarcas galos, a partir de una estructura inicial de Francisco I. El edificio se desarrolla básicamente alrededor de una serie de patios.
La ciudad de Fontainebleau creció en su entorno y en lo que restaba del llamado bosque, un antiguo parque real de caza.
Este palacio introdujo en Francia el manierismo italiano, en la decoración de interiores y en los jardines. El manierismo francés en la decoración de interiores del siglo XVI es conocido como “estilo Fontainebleau”: combina escultura, forja, pintura, estuco y carpintería. En jardinería supuso la introducción del parterre.
El ideal de belleza femenina en este lugar es, también, manierista: una pequeña y graciosa cabeza en un cuello esbelto, torso y brazos exageradamente largos, pechos pequeños y altos; es casi un regreso a las bellezas del gótico tardío. Los nuevos ideales de Fontainebleau fueron plasmados en refinados y detallados grabados que circularon entre artistas y entendidos.
A través de los grabados realizados por la Escuela de Fontainebleau, este nuevo estilo fue transmitido a otros centros del norte de Europa, especialmente en Amberes, Bélgica y Alemania, y más tarde, también Londres.

UNA LARGA HISTORIA
El viejo castillo que se erigía en este lugar ya era usado al final del siglo XII por el rey Luis VII, para quien Thomas Becket consagró la capilla. Fontainebleau fue una de las residencias favoritas de Felipe II y de Luis IX. El creador del edificio actual fue Francisco I, para quien el arquitecto Gilles le Breton diseñó la mayor parte de las construcciones del Patio Ovalado, incluyendo la Puerta Dorada, en su entrada sur. Este rey también invitó a Sebastiano Serlio y Leonardo da Vinci. La Galería de Francisco I, con sus frescos hechos en estuco por Rosso Fiorentino, fue construida entre 1522 y 1540, siendo la primera gran galería decorada construida en Francia.
El Renacimiento fue introducido en el país galo por el Palacio de Fontainebleau, por influencia de Enrique II y Catalina de Médici, que contrataron a los arquitectos Philibert Delorme y Jean Bullant, con los que llevaron a cabo una importante campaña de remodelaciones. El Salón de Baile fue decorado por los pintores manieristas italianos Francesco Primaticcio y Niccolo dell’Abbate. La llamada Ninfa de Fontainebleau de Benvenuto Cellini, encargada para el palacio, está en el Louvre.
Al Fontainebleau de Enrique II y Francisco I, Enrique IV añadió el patio que lleva su nombre, el Patio de los Príncipes, la Galería de Diana de Poitiers y la Galería de los Ciervos, usada como biblioteca. Una segunda escuela de decoradores, menos ambiciosa y original que la primera, estuvo involucrada en estos proyectos. Enrique IV perforó el parque forestal con un canal de 1.200 metros, donde actualmente se puede pescar, y ordenó la plantación de pinos, olmos y frutales. Su jardinero, Claudio Mollet, con habilidades ya probadas en el Château d’Anet, ejecutó los parterres.
Tres siglos después el palacio entró en decadencia; durante la Revolución Francesa mucho del mobiliario original se dispersó en las ventas revolucionarias del contenido de todos los palacios reales, concebidas como una forma de conseguir dinero para la nación y asegurar que los Borbones no podrían volver a sus dominios. En la década posterior, el emperador Napoleón Bonaparte comenzó a transformar el Castillo de Fontainebleau en un símbolo de su grandeza, como una alternativa al Palacio de Versalles que tenía connotaciones borbónicas. En Fontainebleau, Napoleón I de Francia firmó su abdicación. Se despidió de su Vieja Guardia y partió al exilio.
Con modificaciones en la estructura del palacio, incluyendo la entrada de cantería suficientemente ancha para su carruaje. Napoleón ayudó a hacer del palacio el lugar que los visitantes conocen actualmente. Fontainebleau fue el escenario de la Corte del Segundo Imperio, de su sobrino Napoleón III.
Felipe IV, Enrique III y Luis XIII nacieron en este palacio, y el primer de estos reyes también murió aquí.
Cristina de Suecia vivió en el palacio durante varios años, después de su abdicación en 1654. En 1685 Fontainebleau asistió a la firma de un Edicto, el cual revocó al Edicto de Nantes (1598). Huéspedes reales de los reyes de la dinastía de los Borbones fueron instalados en Fontainebleau: Pedro I de Rusia y Cristian VII de Dinamarca, y también en la época de Napoleón, el Papa Pío VII, en 1804, cuando vino a consagrar a Napoleón como emperador, y entre 1812 y 1814, cuando fue su prisionero.
Todo un largo historial de monarcas fueron los que desfilaron por este palacio.
Actualmente, parte del palacio alberga las Escuelas de Artes Americanas, una escuela de arte, arquitectura y música para estudiantes de los Estados Unidos. Preservado está el campo de tenis real de Enrique IV. Es el mayor campo de tenis de este género en todo el mundo, y uno de los pocos de propiedad pública.
Fontainebleau es uno de los lugares más bellos cerca de París. Su histórico castillo, los frondosos bosques y el Castillo de Vaux-le-Vicomte constituyen una magnífica escapada del centro de la ciudad. Es necesario más de un día para recorrerlo bien, dada la extraordinaria dimensión del complejo.

CASTILLO
Antiguo pabellón de caza del siglo XII fue convertido en palacio después de sufrir sucesivas reformas y ampliaciones bajo el reinado de Francisco I en el siglo XVI.
Lo más destacado del conjunto es la bella escalinata en forma de herradura que domina el llamado Patio de las Despedidas.
También merece la pena contemplar la Porte Dauphine, una de las puertas más bellas que conectan el complejo de edificios, diseñada por el arquitecto de la Corte Francesco Primaticcio.
Los jardines resultan igualmente magníficos en la más pura tradición del Renacimiento francés.

LO MÁS DESTACADO DEL INTERIOR
Los aposentos de Napoleón ocupan el primer piso. En ellos se pueden admirar algunos objetos y pertenencias personales del famoso emperador. Entre ellos destacan: la medalla de la Legión de Honor, el uniforme imperial, el sombrero que llevó a su regresó de Elba en 1815 e incluso la cama en que dormía, aunque todas las ciudades de Francia acostumbran a presumir de tener una cama donde, al menos por una noche, pasó el emperador.
Merece la pena visitar el Salón del Trono, el dormitorio de la reina y la Galería de Diana.
Sobresalen los bellos tapices del siglo XVII, las pinturas y los magníficos frescos de Francesco Primaticcio.
Lo más destacado de todo el recorrido es el elegante Salón de Baile con casi 300 metros de largo. Las paredes forradas de madera y la majestuosa decoración del techo reflejándose en el brillante parqué, crean una atmósfera refinada y elegante.

EL BOSQUE DE FONTAINEBLEAU
Romántico bosque de 17.000 hectáreas en donde se puede disfrutar plenamente de la naturaleza. Por sus senderos y caminos resulta delicioso dar un largo paseo, contemplando una enorme variedad de paisajes.

BARBIZON
Se trata de un encantador pueblo en el extremo occidental del bosque de Fontainebleau. A mediados del siglo XIX fue el lugar de residencia de innovadores pintores paisajistas que abrieron el camino a los impresionistas. Entre los más célebres se encuentran Corot, Rousseau, Daubigny y Mollet, que se reunían habitualmente en la posada de Père Ganne.
La visita a las casas de Mollet y Rousseau completa el recorrido por este romántico ambiente artístico.

VAUX-LE-VICOMTE
Es un majestuoso castillo situado al norte de Fontainebleau. Es una de las más importantes fortalezas de los alrededores de la capital francesa.
Grandes artistas de la época, como el arquitecto real Le Vau, el pintor Le Brun y el famoso diseñador de jardines Le Nôtre, participaron en la creación de este gran palacio para el financiero Bouquet. El resultado no pudo ser más brillante.
Una curiosidad final. La fiesta de inauguración fue un auténtico acontecimiento social y el propio Luis XIV, después de contemplar tanta belleza sufrió un ataque de celos, mandó a Bouquet a la cárcel y comenzó la construcción de Versalles.
En 1981, el Castillo de Fontainebleau fue clasificado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)