LAS VEGAS



UN DESTINO MUY PECULIAR


Dados, bingo, póker, bacarrá, ruleta… Disfrute jugando en algunas de las más de cien mil máquinas tragamonedas… ¡Esto es Las Vegas!
Además, las apuestas en carreras y deportes son muy populares entre los aficionados. En algunos de los casinos también hay juegos orientales tales como Sic Bo, Pai Gow y Pal Gow Póker.
Y cuando se pone el sol, en Las Vegas aparecen las estrellas más brillantes del mundo. Puede disfrutarse todas las noches del entretenimiento por superestrellas en los escenarios de los principales hoteles y complejos turísticos. Personajes en salas de exhibición, las estrellas del mañana en los cabarets, lujosos espectáculos de baile y programas repletos de excelentes y famosos profesionales, más de los que el visitante puede llegar a imaginar. No es de sorprender que éste lugar sea conocido como la “capital de la diversión”. Un mundo espectacular en definitiva.
Aquí, tanto los locales como los foráneos llaman al centro de Las Vegas “Barranco brillante”. La espectacular concentración de luces y avisos de neón también localiza con toda precisión el mejor centro de gangas de la ciudad. Desde buffets económicos a exquisiteces gastronómicas, desde habitaciones de hotel al alcance de todos los bolsillos a elegantes suites. No es de sorprender que en todas partes los agentes de viaje recomienden a sus clientes el céntrico Dowtown Las Vegas.
Una ciudad apasionante que vive para el juego. Sus casinos se encuentran invadidos las veinticuatro horas del día por grupos de turistas, aficionados al juego y quienes desean insuflarse mutuamente ganas de vivir, reconstruyendo así un mundo en el que seguir escapando de los fantasmas que les asediaban antes de llegar a Las Vegas. Gentes diversas procedentes de todo el mundo que se pasan las horas hipnotizadas ante las populares tragaperras o las máquinas electrónicas de black-jack.
El sonido de las tragaperras persigue inexorable al atónito visitante hasta los lavabos, donde, en muchos lugares, puede obtenerse dinero en efectivo utilizando las tarjetas de crédito, siempre y cuando se acepte la abusiva comisión, por supuesto.
Desde el norte, hacia la calle Fremont o bien en dirección al sur, hacia la Interestatal 215, surgen el Caesar’s Palace, Sahara, Riviera, Casino Royale, Monte Carlo, MGM Grand, Excalibur, Luxor, The Mirage, Treasure Island, Flamingo… nombres míticos de los mejores casinos, hoteles y restaurantes.
Para atraer la clientela, los casinos utilizan diversos anzuelos, desde tigres blancos a un domador de gorilas, aparte de la presencia de algunos de los más afamados cantantes. En el Caesar’s Palace, por citar un ejemplo, todo derrocha lujo y un sofisticado aire romano. Desde la entrada, donde mastodónticos centuriones dan la bienvenida vestidos de gladiadores, hasta las salas de juego en las que camareras ataviadas a lo Cleopatra con sus provocativas minifaldas, reparten bebidas gratuitas para animar a los que tuvieran la descabellada idea de retirarse a sus aposentos.
Poco más puede hacerse en la ciudad de Las Vegas, aparte de pasear y dejarse llevar por el desequilibrio multicolor de sus neones, que producen borracheras sin necesidad de ningún tipo de bebida.

MÁS ALLÁ DE LAS LUCES DE NEÓN
Las Vegas está rodeada de una diversidad de terrenos desiertos llenos de un dramático color y esplendor. La belleza del desierto Mojave y de la cadena de montañas de la Sierra Nevada, han atraído turistas de todas partes del mundo. La ciudad, que goza, según aseguran de 320 días de sol al año, brinda al visitante la oportunidad de disfrutar de una variedad de actividades deportivas y recreativas o de ver una de las muchas maravillas naturales que se encuentra a cierta distancia de Las Vegas.
El Gran Cañón es un desfiladero situado a menos de 500 kilómetros de Las Vegas, alrededor de seis horas en automóvil. Una auténtica maravilla natural que tiene alrededor de 1,6 kilómetros de profundidad y fue erosionado a lo largo de millones de años de exposición a la naturaleza y a las aguas colosales del río Colorado. Un lugar donde los aficionados a la fotografía tienen la ocasión de disfrutar de este fenómeno natural donde vivían aborígenes americanos desde siglos antes de que Cristóbal Colón llegara a descubrir el continente americano.
El llamado Valle de Fuego, situado al norte de Las Vegas, con sus 26.000 acres, debe su nombre a las reflexiones de luz que rebotan de sus formaciones de arenisca de color rosado, rojo y anaranjado. Puede visitarse cerca de Elephant Rock y el Beehive Rock y ver los restos de un bosque petrificado.
La hacienda de Spring Mountain Ranch State Park, a unos 32 kilómetros de Las Vegas, ha sido convertida en parque estatal. Los visitantes pueden vislumbrar el florecimiento primaveral del desierto y también observar a los carneros de las Montañas Rocosas (el animal símbolo estatal de Nevada), así como los burros salvajes que habitan en el parque.
El Lago Mead, con su deslumbrante contraste azul ante el paisaje del desierto, está a apenas unos treinta minutos del centro de Las Vegas. Este lago tiene una longitud de más de 160 kilómetros y una costa que mide increíblemente 885 kilómetros. En este lugar puede disfrutarse de la natación, esquí acuático, camping y paseos en bote, buceo y practicar la pesca.
Las Vegas no es el único lugar que vibra las 24 horas del día. Mesquite, Laughlín y Jean, situadas en las cercanías, ofrecen también juego y apuestas al estilo Nevada. Tanto Mesquite, situada en el límite entre Nevada y Arizona, como Laughlín, en el río Colorado, ostentan casinos de esparcimiento y campos de golf. En la histórica Boulder City se puede descubrir un oasis en el desierto situado al abrigo de la Hoover Dam.

UN EXTRAVAGANTE COMPLEJO TURÍSTICO
En el mundo no hay otro lugar semejante. Es un oasis en el desierto. Un paraíso que todos pueden descubrir con cierta facilidad.
¿Quién hubiera pensado hace más de un siglo que una remota guarnición en el desierto llamada Las Vegas, descubierta por exploradores españoles, llegaría a convertirse en la capital del juego de todo el mundo?
Pero los observadores ya no piensan en esta ciudad exclusivamente como lugar de juego. El valle de Las Vegas es el hogar de aproximadamente de unas 800.000 personas. Cuenta con el Centro de Convenciones de un solo piso más grande de Estados Unidos y tiene alrededor de 120.000 metros cuadrados de superficie dedicados a reuniones y exposiciones.
Las Vegas con 80.000 habitaciones de hotel y motel, fácilmente alojan a los más de 18 millones de personas que visitan este lugar anualmente. Y todo eso más allá de las iluminaciones de neón.
En realidad las cifras se disparan al hablar de Las Vegas. El alojamiento en hoteles y moteles está entre los mejores del mundo. Algunos de los hoteles y complejos turísticos más extravagantes se encuentran en Las Vegas Strip y en el Centro de Casinos de la ciudad. Además del alojamiento de primera clase, muchos de los complejos cuentan con restaurantes preparados para servir especialidades gastronómicas, entretenimiento por superestrellas y de cabaret, centros comerciales modernos, diversos spa para la salud, campos de golf y piscinas, agencias de viaje, tiendas salones de belleza y barberías, así como servicios para convenciones y reuniones de alto nivel.
De noche, los anuncios convierten la ciudad en un gran parque de atracciones. Algunas de estas fantasías luminosas tienen una altura comparable a la de un edificio de seis plantas y su resplandor puede ser visto desde una distancia superior a los cien kilómetros. Y esto no es una extravagancia… es Las Vegas.

NEVADA
Es un estado situado al oeste del país. Su capital es Carson City, aunque la mayor ciudad sea Las Vegas.
Nevada posee las mayores tasas de crecimiento demográfico de todo Estados Unidos, en gran medida gracias a la notable inmigración de mexicanos. En la última década el índice de crecimiento ha rondado el 66,7%. No obstante, la mayor parte del estado se concentra en los núcleos urbanos, el resto está despoblado.
Los primeros exploradores europeos que llegaron a Nevada fueron los españoles y le dieron este nombre a causa de la nieve que cubría los montes en invierno.
Nevada fue parte del Virreinato de Nueva España hasta 1821, fecha de la independencia de México. Después de la guerra con Estados Unidos, se incorporó a la nación norteamericana. El 31 de octubre de 1864, fue elevada a la categoría de estado en plena guerra de Secesión. Ello le valió el apodo de The Battle-Born State (el estado nacido en la batalla).
Durante la década de 1870 se encontraron en Nevada grandes yacimientos de plata, lo que le valió el apodo de The Silver State. En la actualidad, la minería aún posee cierta importancia en la economía, aunque mucho menos que antaño. Sin embargo, la mayor fuente de ingresos viene derivada del turismo.
Se suele dividir Nevada en tres regiones fisiográficas:
La Gran Cuenca, que ocupa la mayor parte del estado. Esta región geográfica posee una gran variación de altitud: de 146 metros en el extremo sureste del estado (junto al río Colorado) a 4.005 metros (Boundary Peak) en el suroeste. Estos dos puntos son, respectivamente, el punto más bajo y el más alto de todo el estado. La Gran Cuenca se caracteriza por su suelo rocoso y accidentado. A lo largo de esta región existen diversos géiseres y manantiales termales.
La Meseta de Columbia, está localizada en el extremo noreste de Nevada, cuyas principales características son la presencia de valles profundos y angostos, y un suelo poco accidentado.
La Sierra Nevada, es una cadena montañosa localizada en el centro-oeste del estado y tiene muchas cumbres por encima de los 3.000 y 4.000 metros de altitud.
Nevada tiene un clima desértico, con dos estaciones bien definidas. Los inviernos son largos y muy fríos, mientras que los veranos son cálidos en su mayor parte. No obstante, a causa de su clima desértico, el estado registra grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche.
Su población puede rondar con facilidad los tres millones de personas. El 59% son blancos (europeos o descendientes de europeos), el 28% son latinoamericanos (predominando los mexicanos), el 9% son de raza negra, existe alrededor de un 6% de asiáticos y el resto lo conforman personas de otras razas.
Nevada es famosa por sus casinos, o lo que es igual, Las Vegas. La llamada mecánica de las tragamonedas, la efímera danza de los dados y el seductor sonido de nácar de las fichas de la ruleta atraen hasta este rincón del desierto de Nevada a jugadores circunstanciales y, sobre todo, a expertos que creen erróneamente controlar el azar.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)